Los primeros 40 años del Instituto Nacional de Ciencias Penales

AutorGerardo García Silva
Páginas117-121

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Me congratula la invitación para participar con una colaboración en un más que merecido homenaje al Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), con motivo de su cuadragésimo aniversario. La verdad es que referir, parafraseando el estribillo de Gardel que: veinte años no es nada..., en este caso podría pensarse que el doble es mucho menos, sin embargo, para muchos de los que hemos pasado por

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sus espacios abiertos, sus aulas o sus oicinas 1, 5, 20 o 40 años, constituye una parte muy importante de nuestra vida.

Considero que soy de aquellos que pueden referir sin temor a equivocarse, que mi relación con el Inacipe -como toda relación- llena de matices, de altas y de bajas ha sido como un buen tango; a veces parsimoniosa, a veces acelerada, esto nos hace pensar que los balances no se pueden hacer de manera parcial, sino global, lo que hace que el resultado pueda apreciarse de mejor manera.

En el caso particular de quien escribe, ese balance sin duda ha sido del todo positivo, constructivo y entrañable, esto podemos relatarlo ya que consideramos que somos de los pocos que pueden referir esta experiencia desde diversas aristas: como servidor público, como alumno y como docente.

Nuestra relación con el Inacipe se remonta al 2003 cuando nos incorporamos al Instituto, provenientes de la Procuraduría General de la República, francamente para quien esto escribe fue un cambio radical, en todos los sentidos. Nuestra incorporación fue en la Dirección de Capacitación, en la cual nos tocó encabezar -o mejor dicho- enfrentar un momento particularmente delicado, ya que el área se encontraba en una circunstancia especialmente difícil, no se diga de la propia función de capacitación. Nos tocó dirigir el área cuando se realizaba una auditoría por problemas presentados respecto de evaluaciones de conocimientos que "se iltraban" a personal sustantivo, la capacitación era percibida como "una pérdida de tiempo" o bien, como una forma de "castigar o de deshacerse" de personal que se consideraba poco útil en las áreas sustantivas, cuando la organización y desarrollo de los cursos no obedecía a criterios bien establecidos, se operaba más por inercia que por planeación.

Durante nuestra gestión se establecieron las bases de organización, planeación, desarrollo de periles de capacitación del personal sustantivo -Ministerio Público y Peritos Profesionales-, se colaboró en la elaboración, aplicación y caliicación de los exámenes de permanencia del personal sustantivo y se comenzó a contemplar la capacitación con perspectiva de lo que más adelante se consolidaría como el sistema procesal penal acusatorio, adversarial y oral -incluso antes de la reforma constitucional de 2008-.

Podemos decir con orgullo que durante nuestro paso por la Dirección de Capacitación nos tocó participar activamente en uno de los procesos de transformación del Inacipe, no solamente en el aspecto de infraestructura, sino de manera sustantiva en la capacitación del personal Minis-terial y Pericial de...

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