El Manifiesto comunista

AutorGeorge Douglas Howard Cole
Cargo del AutorTeórico político inglés y un socialista crítico
Páginas280-297
XXI. EL MANIFIESTO COMUNISTA
EL MANIFIESTO COMUNISTA fue escrito en 1848 muy poco antes de
estallar la revolución. Fue redactado y publicado en alemán en
Londres: la Liga de los Comunistas, de la cual salió, era en todos
sentidos una organización alemana. Su llamamiento a los
trabajadores de todos los países para que se uniesen era
completamente internacional: los alemanes que lo habían aprobado
eran obreros de mentalidad internacionalista, que habían vivido
desterrados de su propia nación y tomado parte en los movimientos
obreros de los países en que temporalmente residían, sobre todo de
Francia. Creían que era su misión suceder a los franceses como
jefes doctrinales del proletariado mundial, o por lo menos eso creía
Marx y ellos lo aceptaron.
Excepto en Alemania, y entre los refugiados alemanes, el
Manifiesto fue poco conocido durante las revueltas revolucionarias.
Se dice que una traducción francesa apareció en París hacia
mediados de 1848, pero no se conserva ningún ejemplar de ella y
su misma existencia es muy dudosa. Una versión polaca fue
publicada en 1848 en Londres, pero no circuló mucho. Una
traducción danesa apareció poco después. La primera traducción
inglesa no fue publicada hasta 1850, en el Red Republican de
Harney, que no tenía mucha circulación. No hubo versión rusa hasta
la década de 1860, cuando se publicó en Suiza una traducción
escrita por Bakunin. Mientras tanto, se habían publicado en Londres,
en los Estados Unidos y en la misma Alemania otras muchas
ediciones del texto en lengua alemana. Una segunda traducción
inglesa se imprimió en Nueva York en 1872, en una revista, y a ésta
siguió una traducción francesa basada en el texto inglés y publicada
en el Socialist de Nueva York. Parece que en Inglaterra no apareció
una segunda traducción al inglés hasta 1888, con una introducción
especial de Engels, quien hizo lo mismo para varias ediciones
alemanas. Como se ve, el Manifiesto se abrió camino lentamente;
no fue muy conocido en 1848, y ni siquiera lo fue fuera de Alemania
durante la vida de la Primera Internacional, fundada en 1864.
I
El Manifiesto comunista comienza afirmando que “la historia de
todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la
historia de la lucha de clases”. A esta afirmación, Engels, en
ediciones posteriores, le añadió una nota en la cual dice que en
1847-1848 tanto él como Marx sabían poco de una situación de
comunismo primitivo anterior al desarrollo de las diferencias de
clases en las etapas históricas de la evolución social. El
conocimiento de este comunismo primitivo vino sobre todo con la
obra posterior de los antropólogos sociales, especialmente Lewis
Morgan (1818-1881), cuya Ancient Society (La sociedad antigua),
publicada en 1877, ejerció profundo influjo en los escritos
posteriores de Engels.
Luego de esta declaración general acerca de la historia en su
conjunto, el Manifiesto sigue diciendo que en los tiempos modernos
la sociedad se divide cada día más en dos grandes campos hostiles,
la burguesía y el proletariado. Después bosqueja el desarrollo de la
burguesía. Cada etapa en el desarrollo económico de la burguesía,
dice, ha ido acompañada de un avance político, de tal modo que hoy
“el Ejecutivo del Estado moderno no es más que un comité que
administra los asuntos comunes de toda la burguesía”. Durante todo
su desarrollo, la burguesía ha desempeñado un papel
revolucionario. Su obra económica ha de verse en el
establecimiento de las relaciones de dinero como las únicas
reconocidas entre los hombres, y del comercio libre como la
materialización de esas relaciones. Se nos dice que la burguesía no

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