La cultura ciudadana: una alternativa de involucramiento y apropiación ciudadana para construir y habitar el espacio público

AutorHeidi Jane Mendoza Barrau
Páginas707-723
707
Las ciudades del nuevo siglo
El crecimiento desmedido de las ciudades capitales, atribuido principal-
mente a la migración campo-ciudad de los últimos decenios, va consoli-
dando una brecha entre las posibilidades de vivir “con calidad” y vivir “como
se pueda”. El crecimiento habitacional no planificado e ilegal se consolida
en áreas de riesgo o en aquéllas protegidas y provoca déficits en la dota-
ción de servicios básicos y baja calidad de vida.
En esa dinámica, el espacio público también se reduce y comienza a
quedar pequeño para los habitantes de las ciudades, las antiguas formas de
convivencia que se desarrollaban, se ven agredidas y hasta expropiadas
del cotidiano por el ritmo y movimiento individualista que asumen los
ciudadanos al buscar sólo satisfacer necesidades básicas de sobrevivencia.
Sin embargo, Josep Ramoneda1 nos señala que la modificación en las
dimensiones de espacio y tiempo de nuestras ciudades, son una oportu-
nidad para desarrollar la “virtud ciudadana por excelencia”, que es la base
de la convivencia y la oportunidad de la práctica del respeto. En otros
términos, tenemos el chance de reinventar las relaciones de convivencia y
supervivencia en las ciudades del siglo XXI, interviniendo en los mismos
procesos de transformación que son incesantes.
* Docente de Historia de la Arquitectura en la Facultad de Arquitectura, Artes, Diseño y Urba-
nismo de la Universidad Mayor de San Andrés. Jefe de la Unidad de Educación Ciudadana del
Gobierno Municipal de La Paz. heidi_mendoza@hotmail.com
1 Conferencia en la inauguración de “La explosión de la ciudad”, realizada en el Colegio de Arqui-
tectos de Cataluña (Coac) dentro de los Actos del Fórum Barcelona 2004.
La cultura ciudadana: una alternativa
de involucramiento y apropiación ciudadana
para construir y habitar el espacio público
Heidi Jane Mendoza Barrau*
Heidi Jane Mendoza Barrau
708
El derecho a la ciudad
y el espacio público
El concepto de “derecho a la ciudad”,2 presentado por Henri Lefebvre en
Francia, y retomado luego por Jordi Borja en España y por otras personas
que reflexionan sobre las formas en las que se construye el espacio público
y privado en las ciudades, se convierte en referente para comprender por
qué los cambios que introdujo el capitalismo han producido y potenciado
al Homo Faber (hombre que produce o fábrica) sobre el Homo Ludens (hom-
bre que juega, se divierte, disfruta o vive). La dinámica del hombre pro-
ductor desarrolla una vida en las ciudades que le ha despojado de su ca-
pacidad de controlar la producción del entorno urbano y, por eso, el
derecho a la ciudad. En esta conceptualización se propone recuperar, para
el ciudadano, la capacidad de producir la ciudad buscando un hábitat que
se pueda disfrutar, donde la gente tenga posibilidades de desplegar sus
capacidades, construir sus proyectos de vida, controlar las decisiones y
manejarlas colectivamente.
Si entendemos que la ciudadanía es una conquista, una vocación que se
construye en un proceso permanente, entenderemos también que el derecho
a la ciudad es cultural, conlleva el derecho a una vida digna, un derecho po-
lítico-jurídico con normas y un proyecto social que es la base de la movili-
zación y acción comunitaria. Esto hace que, a la vez, el derecho a la ciu-
dad haga interdependientes los demás derechos humanos y ciudadanos y
los integre en una visión de ciudad.
A continuación presento algunas ideas complementarias a los concep-
tos de derecho a la ciudad y espacio público, que permiten situar la des-
cripción de intervenciones concretas en la ciudad de La Paz que trabajo
en el siguiente subtítulo.
Fabio Velásquez (2006) nos reta a pensar en nuestras ciudades desde
dos afirmaciones: existen ciudades sin ciudadanos (que no consideran una
vida digna para los que habitan) y ciudadanos sin ciudades (que no tienen
posibilidades de construir su propio hábitat). También considera una ca-
2 El concepto del derecho a la ciudad fue planteado por primera vez hace 30 años por el filósofo
y sociólogo francés Henri Lefrebvre, en su libro El derecho a la ciudad (1969). Desde esta perspectiva,
el derecho a la ciudad no sólo se relaciona con la inclusión social vista desde la satisfacción de las
necesidades, sino también con la posibilidad de tomar decisiones respecto de la vida colectiva. Des-
pués, a raíz de la realización del Foro Social Mundial en 2004 y de algunas iniciativas de organismos
internacionales en Europa y América Latina, se empezó a rescatar el tema del derecho a la ciudad
pensado desde la óptica de los derechos humanos.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR