Los regímenes democráticos

AutorGianfranco Pasquino
Páginas318-351
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XI. LOS REGÍMENES DEMOCRÁTICOS
Debemos creer, o al menos esforzarnos por creer, que mujeres y hombres, como a rma
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, nacen iguales. Segu-
ramente no nacen “democráticos”. Pero pueden volverse democráticos y, gracias a la
democracia y a la libertad, que es su presupuesto fundador, adquieren la oportunidad de
ir en pos de la reducción de las desigualdades y, siempre en referencia a la Declaración
de Independencia, también de la felicidad. Sin embargo, el problema se encuentra pre-
cisamente en las posibilidades y en las modalidades con las que se deben construir los
re gímenes democráticos, estables, duraderos, e cientes. Es el problema al cual, desde
siempre, se enfrenta el pensamiento político occidental. En este capítulo, veremos
cómo y con qué grado de éxito.
DEMOCRACIAS REALES
La democracia es un fenómeno político realmente complejo, cuyo análisis
ha interesado a lo largo del tiempo a  lósofos que proponen modelos tam-
bién ideales de democracias; a historiadores que analizan su desarrollo, su
ascenso, su ocaso, su cambio; a sociólogos que estudian sus bases sociales
especí cas; a politólogos que intentan una explicación empírica de las condi-
ciones de su a rmación, de su mantenimiento, de su funcionamiento, de su
difusión y de su eventual caída y, en su versión de “ingenieros constituciona-
les”, proponen transformaciones y mejoramientos de la misma.
En este capítulo el análisis se dirigirá exclusivamente a los regímenes
democráticos: cómo se formaron, cómo existen y cómo funcionan. Sólo en
el parágrafo  nal se mencionará la posible evolución futura de la democra-
cia. Ésta no es tanto una elección restrictiva sino más bien una elección
obligada, ya que no es posible dar cuenta aquí del debate intenso, constan-
te, mucho más que bimilenario, acerca de la naturaleza de la democracia.
No es una elección restrictiva, antes que nada porque los regímenes demo-
cráticos actualmente existentes presentan una gran variedad de estructuras
y de modalidades de funcionamiento; además, la misma problemática de
qué es una democracia requiere también, y tal vez sobre todo si se desea
conseguir alguna precisión descriptiva y explicativa, una traducción en tér-
minos de análisis especí cos de los regímenes políticos democráticos. De
todos modos, es un hecho que existe toda una importante problemática his-
tórico- losó ca relativa a la democracia que es irreductible a la realidad
política empírica. Es una problemática que merece ser tomada en seria con-
318 LOS REGÍMENES DEMOCRÁTICOS
sideración como marco para la de nición y para la evaluación de las demo-
cracias actualmente existentes y como sugerencia para desarrollos futuros.
Sin embargo, una cosa son las democracias reales (Allum, 1991), y otra
cosa bastante diferente son las teorizaciones sobre la democracia (Sartori,
1987; 2007). La distancia entre teorizaciones y realidad mide el espa-
cio que en cada ocasión, tomando en cuenta los tiempos y los siste-
mas políticos, se debe y, eventualmente, se puede intentar colmar. Asimis-
mo, esta distancia indica las razones, a menudo comprensibles y justi cadas,
de la insatisfacción ante las democracias existentes, y explica por qué es en
los regímenes democráticos donde se asiste a los intentos más frecuentes y
más incisivos de reformas institucionales, políticas y socioeconómicas. La
tensión —a veces considerada constitutiva de las democracias realmente
existidas y existentes— entre la democracia así llamada formal, por estar
basada en el respeto a reglas y procedimientos, y la democracia denomina-
da sustancial, por interesarse en los resultados de los procedimientos for-
males en términos de igualdad y de bienestar para los ciudadanos, repre-
senta la linfa del discurso  losó co, teórico, político y empírico sobre la
democracia. Aun tomando en cuenta estas ineludibles problemáticas, el
análisis presentado en este capítulo se concentrará casi exclusivamente en
la construcción, el funcionamiento, la transformación y los problemas de
los regímenes democráticos.
Las más recientes oleadas de democratización han llevado a la construc-
ción del mayor número de regímenes democráticos en la historia. Además,
han dado vida a regímenes democráticos también en áreas geográ cas y en
ámbitos culturales considerados hasta tiempos recientes poco receptivos, si
no es que fundamentalmente hostiles, a la democracia. De modo que el “ma-
terial” democrático gracias al cual es posible formular hipótesis y teorías ha
aumentado de manera tal como para permitir fructíferos análisis compara-
dos (para un intento de acumulación de las perspectivas más recientes véase
Przeworski, 1995; para una e caz síntesis de los conocimientos empíricos
disponibles, véase LeDuc, Niemi y Norris, 1996; para una re exión global,
Held, 1996). Y porque ha aumentado notablemente el número de los regíme-
nes de nibles como democráticos, nos hemos interrogado también acerca
de la calidad de las nuevas democracias (y, por así decirlo, de rebote, tam-
bién de algunas de las viejas democracias). Utilísima a este propósito resulta
la distinción entre democracias liberales, en las cuales: 1) los derechos civiles
y políticos son reconocidos y tutelados; 2) se a rmó y es respetado el impe-
rio de la ley (rule of law); 3) la magistratura es independiente y, de igual ma-
nera, son independientes muchas autoridades administrativas; 4) se desarro-
lló una sociedad pluralista y vivaz con medios de comunicación no sujetos a
control gubernamental; 5) los civiles ejercen el control sobre los militares
(Diamond, 1999: 10-12), y las democracias meramente electorales, donde en
efecto se vota, pero donde uno o más de los principios arriba mencionados
Teoría y realidad
LOS REGÍMENES DEMOCRÁTICOS 319
no son respetados y con frecuencia son violados. Recurriendo a los datos re-
copilados por la organización Freedom House, la situación de las democra-
cias reales existentes es presentada en el cuadro XI.1 (para profundizaciones
y consideraciones comparadas que enriquecen el discurso sobre los datos de
Freedom House, véase Grassi, 2002). Aunque los investigadores de Freedom
House sean muy —incluso demasiado— pródigos en el reconocimiento de
“democracia liberal” (conferido nada menos que a 89 sistemas políticos), es-
tos datos sirven al menos para hacerse una idea de la tendencia general de
los sistemas políticos a volverse y a seguir siendo democracias, y del vaivén
entre no democracias y democracias meramente electorales, siempre que se
mantengan, como hace Freedom House, los mismos criterios año tras año.
LA DEFINICIÓN
Como fundamento para cualquier análisis de los regímenes democráticos
debe proponerse una de nición operativa de qué se entiende por democra-
cia. Es útil, probablemente incluso indispensable, hacer lo que sugiere Gio-
vanni Sartori, es decir colocarse en un equilibrio inestable, pero
fecundo, entre los ideales formulados por la teoría democrática y
las prácticas producidas por los regímenes democráticos. Sin embargo, tam-
bién con el  n de lograr este equilibrio inestable, es preciso proceder de ma-
nera prioritaria a la formulación de una de nición, precisamente operativa,
de democracia, basada en lo elaborado por el pensamiento político en la ma-
teria. Si bien no es aceptada por todos los estudiosos y, es más, sigue siendo
objeto de duros debates, la de nición planteada por el economista austriaco
Joseph Alois Schumpeter ha ganado mucho consenso en estos años, ya sea
porque es sustancialmente procesual, ya porque en torno a ella y sobre ella
es posible desarrollar consideraciones y teorizaciones más re nadas y pro-
fundas. La de nición de Schumpeter es particularmente válida, ya que per-
mite determinar con precisión cuáles regímenes son democráticos y cuáles
no, pero también evaluar cómo un régimen democrático crece o reduce su
democraticidad. Según Schumpeter, pues,
el método democrático es esa conformación constitucional para llegar a decisio-
nes políticas, en el cual algunas personas adquieren el poder de decidir mediante
una lucha competitiva por el voto popular. [1947]
Las críticas más frecuentemente suscitadas contra la de nición de
Schumpeter conciernen a: 1) la supuesta reducción de la democracia a com-
petencia electoral, 2) con un mandato o un poder a un equipo (team) de per-
sonas que, 3) adquirirían un poder enorme, 4) no controlable por toda la du-
ración de su cargo. El pueblo, para citar a Jean-Jacques Rousseau, sería libre
¿Qué es la democracia?

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