Políticas migratorias en el estado de Puebla

AutorKarla López
Páginas219-243
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EL ESTADO DE PUEBLA, a pesar de contar con inversión extranjera e industrias,
presenta enormes contrastes entre sus regiones y escasa actividad económi-
ca. La dinámica económica del estado se concentra en la capital y zonas
aledañas, razón por la que sólo algunas localidades se ven beneficiadas;
otras, con poca actividad, generan o catalizan la migración.
Puebla tiene, en promedio, un grado de intensidad migratoria medio;1
sin embargo, en el sureste, donde se ubica la región mixteca, se presenta una
intensidad migratoria alta como la que se observa en las regiones de migra-
ción tradicional como Jalisco, Zacatecas y Michoacán. En el año 2000 un
total de 69,7752 personas migraron al país vecino, lo que significó que 4.44
por ciento fueron poblanos.3
Ante la importancia que adquiere el fenómeno, el gobierno de Puebla ve
la necesidad de dar soluciones a los problemas de los migrantes, razón por la
cual crea programas orientados a su atención. El objetivo de este trabajo es
analizar las políticas migratorias del estado de Puebla para intentar explicar
cómo interactúa éste con sus migrantes internacionales. Para ello, se intenta-
rá demostrar que se cuenta con políticas incipientes por dos razones: 1. no
han mostrado resultados tangibles, y 2. por la descoordinación en su pla-
neación e implementación.
El capítulo partirá de una breve reseña histórica para situar en el tiem-
po el flujo migratorio poblano, explicar sus factores detonantes y determi-
nar los impactos socioeconómicos que lo acompañan. Luego se presenta-
rán los progra mas o política s del estado y, una vez identi ficad os, se
evaluará su efectividad, o bien se mostrará cuáles han sido los problemas
y limitaciones para su implementación. Finalmente, se estudiará si el éxito
1Su índice de intensidad migratoria es de –0.42263. Conapo, “Entidades federativas...”.
2Hombres: 53,453; mujeres: 16,322.
3INEGI, 2000c.
CAPÍTULO 9
Políticas migratorias en el estado de Puebla
Karla López
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o fracaso de estos programas se debe a la forma de organización y coor-
dinación entre migrantes y autoridades gubernamentales o a los intereses
encontrados de ambos.
CONTEXTO HISTÓRICO
La migración poblana hacia Estados Unidos es tan reciente que, si bien co-
menzó en la década de los cuarenta, se caracteriza por un crecimiento explo-
sivo en las décadas de los ochenta y noventa. Como señalan Durand y Mas-
sey, ésta se distingue por la unidireccionalidad de su flujo y por incluir a dos
sectores muy diferentes: por un lado a los indígenas y campesinos prove-
nientes de zonas rurales, y por otro a la población de zonas urbanas.4
Sus causas fueron esencialmente de carácter económico, pues la crisis
agrícola, las sequías y la contracción del mercado de trabajo coincidieron
con la expansión del mercado en Nueva York, lo que ocasionó que los flujos
se desarrollaran rápidamente. Así, los migrantes pioneros de la entidad se
dirigieron al área neoyorquina iniciando el circuito migratorio.
Más tarde, en la década de los ochenta, los poblanos ubicados en la ciu-
dad de Nueva York aprovecharon la oportunidad que brindaba la apertura
del mercado laboral citadino y el circuito migratorio cobró fuerza.5 Este
hecho se reforzó por la aprobación del IRCA, que hizo que el flujo se volviera
más complejo y heterogéneo en la década de los noventa.6 Tras la crisis eco-
nómica de 1994 y la baja del precio internacional del café, de la pimienta
gorda y de los cítricos,7 los indígenas totonacos y nahuas de la Sierra Norte
de Puebla se incorporaron al flujo migratorio.
Los periodos de migración a Estados Unidos no son los mismos para
todas las regiones poblanas: los oriundos de la mixteca y Tehuacán emigra-
4Durand y Massey, Clandestinos: Migración México-Estados Unidos..., p. 86.
5Ibidem, p. 130.
6La promulgación del Acta para la Reforma y el Control de la Inmigración en 1986 (IRCA)
fue el esfuerzo más importante para contener la migración mexicana desde 1965 hasta prin-
cipios de los noventa. L a ley contemplaba una amnistía para los inmigrantes y sancione s
contra empleadores que contrataran a residentes no autorizados. Sólo la primera se aplicó con
eficacia; la expectativa de que la ley controlara los flujos migratorios no se cumplió. Durante
la época del IRCA y la migr ación clandestina (1986-2001) se volvi ó a manifestar el carácter
masivo de la emigración mexicana, principal beneficiaria de los programas de amnistía (LAW)
y de trabajadores agrícolas especiales (SAW). Después del IRCA se han creado acuerdos de visas
temporales de trabajo, sobre todo en el sector agrícola, tales como el programa H-2A y el pro-
grama Amigo. Véase Durand y Massey, op. cit., pp. 58, 86-93.
7Cortina y Gendreau, Poblanos en Nueva York..., p. 169.

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