La Gran Bretaña. El socialismo antes del Partido Laborista

AutorGeorge Douglas Howard Cole
Cargo del AutorTeórico político inglés y un socialista crítico
Páginas134-220
III. LA GRAN BRETAÑA. EL SOCIALISMO ANTES
DEL PARTIDO LABORISTA
LOS COMIENZOS DEL SOCIALISMO FABIANO
En el segundo volumen de esta obra, la historia del movimiento
socialista en la Gran Bretaña llegó casi hasta el final de la década
de 1880, con excepción de lo referente a la Sociedad Fabiana, que
fue aplazado para este volumen. La razón de ello es que, aunque la
Sociedad Fabiana fue fundada a principios de 1884, de hecho antes
de que la Federación Socialdemócrata hubiera adoptado un
programa claramente socialista, su influencia fue pequeña hasta la
publicación de los Fabian Essays in Socialism (Ensayos fabianos
acerca del socialismo) a fines de 1889, y su efecto en el
pensamiento socialista pertenece al periodo que había empezado
hacia entonces con la aparición del Nuevo Sindicalismo en las
huelgas de los obreros londinenses del gas y del puerto. El
socialismo fabiano llegó a ser un cuerpo de doctrina definido sólo al
aparecer los Ensayos fabianos. Tiene que ser estudiado en relación
no con la Federación Socialdemócrata ni con la Liga Socialista de
William Morris, sino con el Partido Laborista Independiente, fundado
bajo la jefatura de Keir Hardie en 1893, y con el Nuevo Sindicalismo,
del cual John Burns, Tom Mann y Ben Tillett eran los directivos
sobresalientes.
En realidad, en los primeros tiempos de la Sociedad Fabiana
nada indicaba que llegaría a ser importante. Era, sin duda,
significativo que en el invierno de 1883 un grupo compuesto casi por
completo de intelectuales de la clase media, la mayoría de los
cuales habían tenido muy poca relación con los obreros, hubiera
decidido establecer una sociedad dedicada a una labor socialista; y
sin duda es verdad que sólo un grupo de tal clase podía llegar a
constituir el tipo de sociedad en que los fabianos se convirtieron.
Pero al principio nada indicaba cuáles habían de llegar a ser la
doctrina y la política característicamente fabianas, ni que esta
sociedad tenía más probabilidades de sobrevivir que otras
agrupaciones casi casuales de unos cuantos individuos
desconocidos, que no estaban satisfechos con las bases existentes
de la sociedad y que se unían con la esperanza de hallar el camino
que condujera a un mejoramiento social. De hecho, las intenciones
originales del grupo del que salió la Sociedad Fabiana apenas
tenían nada en común con el fabianismo que nació de ellas, y la
sociedad fue consecuencia de una desviación del plan primitivo.
Todo empezó cuando Thomas Davidson, conocido como “El Sabio
Errante”, se estableció por algún tiempo en Londres en 1883 y,
según su costumbre, reunió a su alrededor a un grupo de discípulos,
la mayoría jóvenes de uno y otro sexo, a quienes propuso la
fundación de una “Asociación de la Vida Nueva”.
Thomas Davidson (1840-1900) —hermano mayor de John
Morrison Davidson, quien escribió The Annals of Toil (Anales de la
faena) y tomó parte en el movimiento laborista escocés— era hijo de
pequeños labradores y llegó a ser maestro de escuela en la aldea
donde nació y más tarde en Oundle y Aberdeen. Dejó su puesto
para buscar una filosofía y se dedicó a viajar. En Roma tuvo una
larga entrevista con el papa, a quien propuso una nueva edición de
las obras de santo Tomás de Aquino, y empezó a trabajar para
traducir y publicar las obras de Antonio Rosmini (1797-1855), el
fundador del Instituto de la Caridad. Se trasladó a América y llegó a
ser un precursor del movimiento de las escuelas de verano,
organizando campamentos anuales regulares de verano para el
estudio de la filosofía, la religión y cuestiones sociales. Su filosofía,
muy idealista, era confusa y desconcertante, y no es posible
resumirla. Sostenía que el progreso social depende de la
regeneración del individuo, y que la manera de traer al mundo una
forma mejor de vida era que grupos de individuos se obligaran a
vivir de acuerdo con un elevado ideal de amor y fraternidad,
estableciendo donde y como pudiesen comunidades con este fin,
pero, salvo esto, practicando su ideal al mismo tiempo que
continuaban dedicados a sus ocupaciones ordinarias. La finalidad
de la Asociación de la Vida Nueva era explorar las posibilidades de
una forma de vida comunal, y mientras tanto estudiar las
condiciones de una buena vida. Davidson se marchó a los Estados
Unidos, donde estableció una organización análoga antes de que su
asociación de Londres ni siquiera se hubiera iniciado; faltando su
dinámica personalidad, los miembros del grupo pronto decidieron
seguir cada uno su camino. Una sección, presidida por Percival A.
Chubb, conocido después como dirigente de una “Iglesia Ética” en
Norteamérica, pero entonces empleado en la junta del gobierno
local, continuó con la Asociación de la Vida Nueva, que duró hasta
1898, y publicó durante el resto de su vida un periódico mensual,
Seedtime. Entre sus miembros había algunas figuras notables:
Havelock Ellis (1859-1939), el psicólogo; Henry S. Salt (1851-1939),
el filántropo; Edward Carpenter (1844-1929), John Francis
Oakeshott (1860-1945) y también James Ramsay MacDonald. El
otro grupo, en el que estaban Edward R. Pease, Frank Podmore
(1856-1910), Hubert Bland (1856-1914), Frederick Keddell y John
Hunter Watts (1853-1923), se separó y, a principios de 1884, fundó
la Sociedad Fabiana. Escépticos acerca de la idea de Davidson de
fundar comunidades y queriendo un programa más preciso de
reforma social, los miembros de este segundo grupo, que al
principio no llegaban a doce, admitían su inseguridad acerca del
camino que habrían de seguir y decidieron que necesitaban tiempo
para reflexionar y discutir antes de poder formular una política. A
propuesta de Podmore adoptaron el nombre de “fabianos” a fin de
indicar su deseo de pensar más antes de dar el salto. Acaso
tuvieron en cuenta los versos de John Gay:
Que nadie censure mi lentitud:
como Fabio, gano con la demora,

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