Alemania después de la controversia revisionista. Apariencia y realidad

AutorGeorge Douglas Howard Cole
Cargo del AutorTeórico político inglés y un socialista crítico
Páginas356-383
VI. ALEMANIA DESPUÉS DE LA CONTROVERSIA
REVISIONISTA. APARIENCIA Y REALIDAD
EL PARTIDO SOCIALDEMÓCRATA de Alemania, durante el periodo que
va desde la derrota de los revisionistas hasta que estalló la primera
Guerra Mundial, ocupó una curiosa posición de independencia
completa en la teoría combinada con una tendencia creciente hacia
la timidez en la práctica. Realmente fue en gran medida víctima de
su propio éxito. Había logrado formar una masa muy fuerte de
apoyo electoral como principal adversario del régimen autocrático y
militarista que todavía dominaba los asuntos del Imperio alemán, y
tenía la esperanza de que persistiendo en sus actividades de
propaganda y de organización llegaría a contar con una franca
mayoría de los electores, e incluso podría, a pesar de la
desfavorable distribución de los distritos electorales, que favorecía a
las regiones rurales, elegir una considerable mayoría del Reichstag.
No se hacía ilusiones de que el mero hecho de conseguir esa
mayoría le otorgaría automáticamente el control del Estado, pero
creía que el káiser y sus ministros verían que no era posible
gobernar en contra del Reichstag, y que, contando con esa ventaja,
estaría en posibilidades de imponer un cambio grande en todo el
sistema de gobierno, se viera o no obligado a emplear medios no
constitucionales para producir ese cambio. Esto hacía que
pospusiera la posible necesidad de actuar en contra de la
Constitución hasta después de que hubiera conseguido una mayoría
del pueblo y tuviera en sus manos la autoridad del Reichstag.
Además, era indudable que eso no podría realizarse sin el apoyo, no
sólo de una gran mayoría de los obreros industriales, sino también
de otros elementos procedentes del campo, de los pequeños
comerciantes y profesionistas; y, por consiguiente, al partido le
preocupaba no atacar a sus posibles apoyos, y aparecer
simultáneamente como un partido socialista revolucionario y como
un partido reformista esencialmente moderado en sus objetivos
políticos inmediatos.
En la situación política que existió en Alemania hasta 1914, el
gobierno del káiser estaba lejos de disponer de una mayoría segura
en el Reichstag. Para conseguir que se aprobaran sus leyes y
presupuestos necesitó del apoyo de sucesivas coaliciones
parlamentarias de partidos antisocialistas, desde los conservadores
a los progresistas radicales y al predominante Partido Católico del
Centro. Los radicales, que en 1910 bajo la jefatura de Friedrich
Naumann se unieron para formar un Partido Progresista, estuvieron
generalmente, pero no siempre, en la oposición. El Partido del
Centro algunas veces entró en la coalición y a veces estuvo fuera de
ella; los liberales generalmente, y los conservadores siempre,
estuvieron del lado del gobierno. Hubo momentos en que los
socialdemócratas, aliándose no sólo con los progresistas, sino
también ya con los liberales o con el centro, podían haber dejado al
gobierno en minorías, y acaso hubieran convencido a la mayoría
para votar en favor de reformas sociales incluidas en sus programas
que no podían conseguirse sin la ayuda de otros partidos, e incluso
conseguir reformas electorales y de estructura que significaran
avances hacia la democratización de la maquinaria del Estado. Los
partidos burgueses querían, cada uno en grado distinto, una
liberalización del sistema del Estado, especialmente mediante el
establecimiento de un gobierno constitucional con ministros
responsables ante el Reichstag en lugar de serlo ante la Corona; y
los liberales y los progresistas también estaban en favor de una
nueva distribución de distritos electorales a fin de reducir el influjo de
los terratenientes. Pero el Partido Socialdemócrata mantuvo
firmemente la opinión, no sólo de no cooperar en el Reichstag con
ningún otro partido, sino además de nunca votar en favor del
presupuesto presentado por un ministerio no socialista, incluso
cuando los fines para los cuales se necesitaba el dinero eran los
que él había aprobado, o cuando los métodos propuestos para

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