Los territorios parroquiales de la ciudad Arzobispal
Autor | Roberto Moreno de los Arcos |
Páginas | 111-145 |
Roberto Moreno de los Arcos
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César CamachoAndrés Lira
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V
LOS TERRITORIOS
PARROQUIALES DE
LA CIUDAD ARZOBISPAL
Roberto Moreno de los Arcos
Asaz oscuro es el origen de las primitivas parroquias de la Ciudad de
México vuelta a fundar por el conquistador Cortés. Pero en este acto,
el de la refundación de la ciudad con la misma planta que le dieron
sus primeros habitantes, es donde se encuentra la más arcaica traza de distri-
bución de la ciudad cristiana. Para poder explicarla es preciso volver un poco
a sus antecedentes en la poderosa Ciudad de México antes de su cerco y toma
por los europeos.1
La ciudad de Tezcatlipoca
Para el pensamiento prehispánico, per meado todo por su complejísima reli-
OQ~VTIUIVQNM[\IKQ~V]ZJIVITIKQ]LILZMÆMRIMV[]XTIV\IIT]VQ^MZ[W-[\I
no es una característica propia de los indios mexicanos, ya que se encuentra en
muchas culturas orientales. Concebido por nuestros antepasados el universo
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1 -[\MJZM^MMV[IaWM[]VZM[]UMVU]aKWUXZQUQLWLMUQTQJZWHistoria de la división parroquial
de la ciudad de México: 1524-1974, cuyo primer volumen estoy cerca de terminar. Mi deuda
de gratitud a quienes lo han hecho posible es muy grande. Mencionaré tan solo a unos
K]IV\W[,WV /]QTTMZ UW 8WZZI[5]}Wb ILUQZILW PQ[\WZQILWZ a ÅVW IUQOW [QMUXZM
me ha brindado su sapiente auxilio. Monseñor Jorge Durán Piñeyro ha contribuido con
mucho a mis investigaciones, lo mismo que el P. Antonio de Parres, párroco de la Santa
Veracruz; el P. Reginaldo Tello, párroco de San Pablo; el P. Héctor Tello, párroco de
Santa Cruz y Soledad y el P. José Olivares, párroco de Santa Catarina Mártir, quienes me
han franqueado sus archivos. Mi hijo Manuel ayudó no poco con los planos. La maestra
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merecen el Mtro. Andrés Lira con quien he comentado todo este trabajo y he disfrutado
del suyo –paralelo en alguna forma– sobre las parcialidades de indios y el Pbro. Dr. Juan
.ZIVKQ[KW4~XMb.uTQ`LQZMK\WZLMTIGaceta Oficial del Arzobispado de México, cuya generosa
ayuda me ha sido fundamental. A todos ellos y a quienes menciono en el libro, mi más
rendida gratitud.
Marco Vitrubio, Planta de una ciudad
resguardada de los vientos, en Los diez libros
de arquitectura, facsímil de la edición
de 1787. Colección particular.
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Roberto Moreno de los Arcos Los territorios parroquiales de la ciudad arzobispal
pétalos, sus ciudades, por lo general, adoptaban esa
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calca sobre la tierra, para erigir la ciudad que alberga-
rá a los hombres, como aquella alberga a los dioses en
su constante dinámica de opuestos. He acabado por
creer que cada pueblo prehispánico tiene como ado-
ración principal un dios que lo vincula directa o in-
directamente –mediante advocaciones– con uno de
los dos principios opuestos del primer desdoblamiento
del dios único: Tezcatlipoca o Quetzalcóatl. Aunque
ambos dioses son en el fondo uno solo, encar nan am-
bos la lucha de contrarios que solo se resuelve en la
instancia suprema de la identidad única, pero que se
conciben subdivididos en cuatro para dar sentido a la
dialéctica del movimiento universal.
Los mexicanos eran el pueblo de Tezcatlipoca en su
advocación de Huitzilopochtli. Sus aliados de la triple
alianza, Texcoco y Tlacopan, tienen la misma vincula-
ción, por lo menos clarísima en el primer caso.2 Sus pri-
meros enemigos, la triple alianza de Cholula, Tlaxcala
a0]M`W\bQVOW\MVyIVÅTQIKQ~VLM9]M\bITK~I\T3 Sus úl-
\QUW[aLMÅVQ\Q^W[MVMUQOW[TW[M[XI}WTM[N]MZWV\IU-
bién reconocidos como de la estirpe de Quetzalcóatl.
Pero la religión prehispánica mesoamericana era
una especie de antiquísima confederación de dioses y
X]MJTW[QLMV\QÅKILI XWZ TI ILUQ[Q~V LM TI ]VQKQLIL
de los mitos. De esta suerte, si bien unos pueblos son
de Tezcatlipoca y otros de Quetzalcóatl en su primige-
VQIÅTQIKQ~V·KW[I Y]MTM[ XMZUQ\MZMXM\QZ TIK~[UQKI
T]KPILM KWV\ZIZQW[MV O]MZZI[ZQ\]ITM[ KWUWTI ¹ÆW-
rida” entre México y Tlaxcala o una menor de que
adelante haré mención– reconocen y adoran al otro
principio y le erigen templos y le rinden culto. Y es
2 .ZIa2]IV LM <WZY]MUILIMonarquía indiana (introducción
LM5QO]MT4M~V8WZ\QTTI 5u`QKW-LQ\WZQIT8WZZI!!
v. 4ª. ed. Biblioteca Porrúa, 41-43. Tezcatlipoca como dios
principal de Texcoco en lib. III, cap. XVII, v. I, p. 305.
3
Ibidem, lib. II, cap. XLIX. V. IX <WZY]MUILIZMÅMZMY]M
no valió a la triple alianza Tlaxcala-Cholula-Huexotzingo
“la ayuda de su falso dios Quetzalcóatl”. Camaxtle, dios
de los tlaxcaltecas y los huexozincas es una advocación de
9]M\bITK~I\T.ZIa<WZQJQWLM*MVI^MV\M5W\WTQVyI Memorias
o libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella
MLQKQ~VLM -LU]VLW 7/WZ UIV 5u`QKWUNAM 1V[\Q\]\W
LM 1V^M[\QOIKQWVM[0Q[\~ZQKI[ ! X LQKM KTIZIUMV\M
que Tlaxcala, Huexotzingo y Cholula “adoraban un dios y
lo tenían por principal, el cual nombraban por tres nombres,
conviene a saber, Camaxtle, y de este usaban más en Tlaxcala y
Huexotzinco; llamábase asimismo Quetzalcóatl y este nombre se
usaba mucho en Cholula; también le nombraban Mixcóatl”.
8IZITI[ÅTQIKQWVM[ LMTW[X]MJTW[ KWVTW[ LQW[M[I]VY]MKWV
distinta perspectiva que la que yo propongo: Alfredo López
Austin. Hombre-dios. Religión y política en el mundo náhuatl.
México, UNAM 1V[\Q\]\W LM 1V^M[\QOIKQWVM[ 0Q[\~ZQKI[!
pp. 47-77.
Y]MMT XZQUMZLM[LWJTIUQMV\W LMT LQW[VQKW 1UXIT-
nemohuani o Tloque Nahuaque es en dos principios
opuestos que se subdividen en cuatro en una alterna
lucha que da su sentido al universo: dos Tezcatlipocas
y dos Quetzalcóatls ubicados en los cuatro pétalos de
TIÆWZ]VQ^MZ[IT ;][T]KPI[PIJyIV LILWWZQOMVa ÅV
a cuatro soles o eras de características distintas y el
México prehispánico vivía en el quinto sol, que era
el resumen de todos los anteriores, lo que obligaba a
repetir cotidianamente los ritos de la lucha universal.4
La dialéctica del universo, con su rejuego de dio-
ses, rumbos, elementos, colores y demás, se ha recons-
\Z]QLWI\ZI^u[LMTI[N]MV\M[MVTI.QO]ZI
Sin embargo, tal distribución me parece dudosa.
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XWZ[M}ITIZ Y]M \IT KWUW X][M TI .QO]ZI M[ KWUW
parece deben interpretarse las fuentes,5 pero que para
TW[ÅVM[LM TIM`XTQKIKQ~V LMTIXTIV\I ZMTQOQW[ILM TI
ciudad de México, conservada por los evangelizadores
–y factible de reconstruir por sus testimonios– consi-
dero mucho más razonable presuponer que los dioses
opuestos están precisamente en esquinas encontradas
y que los ejes de la cruz son justo los de norte-sur y es-
te-oeste, de tal manera que los rumbos son en realidad
noroeste, noreste, suroeste y sureste, tal como muestro
MVTI.QO]ZI
Aunque quedo obligado a explicar en otra ocasión
las razones de esta preferencia, pienso que, de alguna
forma, sirve mejor para comprender la ciudad prehis-
pánica de que en este momento me ocupo.
Sabemos muy bien que en la peregrinación los
mexicas se reconocían como pueblo de Huitzilopochtli
–una de las advocaciones de Tezcatlipoca, cuyo bulto
también llevaban consigo– y que, al llegar el momento
LMTIN]VLIKQ~VLM[]KQ]LIL[] LQW[TM[LQRW"¹°ӉXWZ
cuatro partes asentaos, repartíos, fundad señoríos’, y
le obedecieron luego, se asentaron los mexicanos por
cuatro partes…” Se repartieron a continuación los
calpullis con sus dioses menores y bautizó el propio
4
Roberto Moreno. “Los cinco soles cosmogónicos”, en Estudios
de Cultura Náhuatl 5u`QKW! > >11XX 4I[
correspondencias que en aquel entonces propuse son las si-
guientes: 1er. sol: Tierra-Tezcatlipoca-negro-norte-nahui
océlotl; 2º. sol: viento-Quetzalcóatl-blanco-oeste-nahui ehé-
catl; 3er. sol: fuego Tlalocatecuhtli (Tezcatlipoca)-rojo-este-
nahui quiáhuitl; 4°. sol-agua-Chalchiuhtlicue (Quetzalcóatl)
-amarillo-sur-nahui atl.
5 -VTI QVMT]LQJTM WJZI LM 5QO]MT 4M~V8WZ\QTTIY]QMV M[ UQ
guía en el libro multimencionado, pero que no es responsable
de los errores). La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes. México,
UNAM1V[\Q\]\WLM1V^M[\QOIKQWVM[0Q[\~ZQKI[!X[M
LITIQLMV\QÅKIKQ~VY]M XIZMKMUn[KWZZMK\ILMTW[ KWTWZM[a
rumbos.
Huitzilopochtli a los cuatro campa o rumbos míticos
con los nombres de Moyotlan, Teopan Atzacualco
y Cuepopan. Como sabemos por diversas fuentes
que, aparte del gran templo o templo mayor que se
ubicaba en el centro y los pequeños templos de cada
calpulli en particular, erigían otros cuatro para los
cuatro campa, me atrevo a creer que cada uno de
estos barrios de México erigió uno y que han de co-
rresponderse con alguna de las advocaciones (mas-
culinas o femeninas) de Tezcatlipoca o Quetzalcóatl.
La forma del asentamiento sería la que se mostró en
TI.QO]ZIa[MLM[KZQJMUMRWZMVTI.QO]ZI
Pero ocurrió un hecho, por demás misterioso, que
dio al traste con la planta ideal de la ciudad y que otor-
gó a México una singularidad o tal vez incluso una
IJMZZIKQ~V-[MTKI[WY]M]VW[K]IV\W[UM`QKI[XWZ
razones que no he de tratar aquí, a los trece años de
fundada la ciudad se separaron y fueron a instalarse en
un islote al norte, el Xaltilloli o Tlatelolco, donde fun-
LIZWV]VIKQ]LILY]MVW[MX]MLMKITQÅKIZLMOMUM-
la de Tenochtitlan en cuanto no se dividió en cuatro
campa, sino que se limitó a asentar en orden cierto
número de calpullis y estableció un solo templo enor-
me con la misma advocación de Huitzilopochtli-
.MZVIVLW )T^IZILW <MbWb~UWK Crónica Mexicáyotl
(traducción de Adrián León). México, UNAM 1V[\Q\]\W LM
0Q[\WZQI!!XX
NORTE
TEZCATLIPOCA
ESTE
TEZCATLIPOCA
TEZCATLIPOCA
NEGRO
OESTE
QUETZALCOATL
SUR
QUETZALCOATL
N
QUETZALCOATL
BLANCO
QUETZALCOATL
ROJO
TEZCATLIPOCA
AZUL
.QO]ZI"<ZIbIZMTQOQW[I[MOVTI[N]MV\M[ .QO]ZI"<ZIbIZMTQOQW[IY]MKWV[MZ^IZWVTW[M^IVOMTQbILWZM[
ATZACUALCO
¿Tezcatlipoca?
¿Huitzilopochtli?
N
CUEPOPAN
¿Quetzalcóatl?
¿Tonantzin?
¿Cuhuacátl?
TEOPAN
¿Quetzalcóatl?
MOYOTLAN
Tezcatlipoca
MEXICO TLATELOLCO
Huitzilopochtli (Tezcatlipoca)
MEXICO TENOCHTITLAN
Huitzilopochtli (Tezcatlipoca)
.QO]ZI")[MV\IUQMV\WXZMPQ[XnVQKW
Doble página siguiente: Pedro de Arrieta, Plano de la Ciudad
de México, 1737, óleo sobre tela. Museo Nacional de Historia,
Secretaria de Cultura-INAH.
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