Narciso Bassols

AutorJosé E. Iturriaga
Páginas489-492
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Narciso Bassols es uno de los hombres más extraños que ha producido
nuestro país. Sus malquerientes, en un intento frustráneo de empequeñe-
cerlo, sostienen que tipos como él existen con profusión en otros países.
Bassols, sin embargo, sería hombre de excepción en cualquier parte del
mundo.
Un amigo mío, célebre por su inteligencia y que desde muy joven se
movió en las más altas esferas de la política, de la diplomacia y de la vida
intelectual del mundo, afirmaba después de hablar una hora con Bassols,
esto: “Es el hombre más inteligente que he conocido”. Semejante testimo-
nio provenía nada menos que de Constantino A. Oumanski, embajador de
la URSS en México, cuando se restablecieron las relaciones bilaterales
entre ambos países en 1943.
Analítico y reflexivo, su poderosa capacidad mental se halla en conso-
nancia con sus cualidades vitales y morales. Y las que forman estas virtu-
des, son sin duda la fuente directa de sus más notorios defectos.
Quizás aquello sea el motivo de que Bassols provoque algunas veces
un choque desagradable en quienes no lo conocen bien: perciben sus vir-
tudes transmutadas en defectos. Pero quien ha tenido la oportunidad de
calibrar a ese hombre de cerca —si no es un mezquino— no puede menos
que admirarlo. Bassols es de los seres que producen una profunda admi-
ración o permanente animadversión.
Narciso Bassols*
* Artículo escrito en 1943 para el periódico El Popular, sin embargo no fue publicado.

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