Nanotecnología en México: retos y perspectivas para el 2020

AutorHumberto Terrones Maldonado
Cargo del AutorJefe de la División de materiales avanzados para la tecnología moderna, Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT).
Páginas231-236
Nanotecnología en México: retos y perspectivas para el 2020
Humberto Terrones Maldonado*
El apoyo a la investigación científica en México ha estado caracterizado por falta de continuidad y
por falta de una política de Estado que trascienda periodos sexenales. Mientras que otros países,
como Corea, India y China, han podido desarrollar bases científicas y tecnológicas, México sigue es-
tancado en un discurso estéril que conduce, sin lugar a dudas, a la dependencia tecnológica, falta de
competitividad y falta de innovación. Sin embargo, no todo está perdido, se cruza por un periodo en
el que se están dando condiciones tanto internas como externas para poder lograr, en ciertas áreas
estratégicas, avances científicos y tecnológicos que puedan tener un impacto económico sin prece-
dente, poniendo a México en una mejor posición para competir e innovar. Una de estas áreas priori-
tarias es la inversión en las nanociencias y la nanotecnología.
El vocablo nano se refiere a lo muy pequeño, del orden de mil millones de veces más pequeño
que los objetos que observamos diariamente a nuestro alrededor (un nanómetro es igual a
0.000000001 metros que es igual a 1 × 10-9 m). Por lo tanto, con los términos nanociencia y nano-
tecnología, nos estamos refiriendo a hacer ciencia y tecnología a escalas cercanas a los límites ató-
micos, en donde las propiedades de todos los materiales son diferentes (véase figura 1).
El ser humano ha comenzado a manipular átomos y materiales a escalas muy pequeñas, de tal
manera que ya se tienen nanoestructuras con propiedades inimaginables. Así, contamos con los na-
notubos de carbono y los fulerenos. Los nanotubos de carbono pueden llegar a ser 100 veces más
resistentes que el acero y seis veces más ligeros (véase figura 2). Los nanotubos de carbono también
se pueden usar en pantallas de TV y monitores ultradelgados, de ultra alta resolución con poco con-
sumo energético. Las nanoestructuras de disulfuros de molibdeno y tungsteno se pueden utilizar
como lubricantes sólidos que pueden evitar el desgaste de una maquinaria al grado de no tener que
reemplazar piezas por años. Se pueden utilizar nanoestructuras para purificar agua y captar metales
pesados en aguas contaminadas. Los materiales nanoestructurados se podrán utilizar para mejorar la
eficiencia de fuentes de energía como la solar y en nuevas celdas de combustible que usen hidrógeno.
* Jefe de la División de materiales avanzados para la tecnología moderna, Instituto Potosino de Investigación Científica y
Tecnológica (IPICYT).
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