La metodología en el quehacer del analista de inteligencia y su profesionalización
| Autor | Edith Bautista García |
| Páginas | 63-83 |
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Edith Bautista García 1
EL ANALISTA tiene como objetivo primario desarrollar y presentar productos que contengan conclusiones oportunas y coniables para los tomadores de decisiones; con este fin debe integrar los datos que ha recolectado, para después validar o rechazar la hipótesis planteada en la cual se basó la investigación.
No obstante, para lograrlo requiere de un proceso metodológico, entendido en términos generales como el conjunto de procedimientos o métodos que se llevan a cabo en una investigación científica, para la cual se realizan procesos sistemáticos y empíricos que permiten estudiar un fenómeno.
En el primer apartado, se abordará al analista y el desempeño de su trabajo desde un enfoque metodológico, es decir, el análisis criminal o delictivo debe seguir el mismo rigor que otros estudios o investigaciones, así como apoyarse de la utilización de métodos y técnicas para lograr resultados válidos, coniables y útiles.
Stephen Marrin señaló que los analistas de inteligencia utilizan una aproximación del método científico derivado de las ciencias sociales.2
Para ello, se definirá lo que es el análisis y, a la par, se describirá al analista como un especialista en la información, toda vez que debe tener la capacidad de discernir entre sus fuentes y la calidad de los datos obtenidos en el proceso de recopilación para así, ya obtenida su materia prima, traducirla en conocimiento.
Asimismo, se expondrán las habilidades cognitivas, investigativas y metodológicas que un analista debe tener, adquirir y fortalecer, con
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el fin de realizar su trabajo acorde a las necesidades que demandan sus funciones, es decir, ante problemáticas y fenómenos cambiantes como el delictivo.
Posteriormente, este trabajo se centrará en detallar la metodología del análisis al plantear una propuesta y explicar cada uno de los pasos con el fin de que sean de utilidad para todo aquel que quiera familiarizarse con el tema o desea ser más competitivo.
Otro aspecto que se abordará en el presente trabajo, es la aplicación de los enfoques metodológicos: cualitativo, cuantitativo y mixto, toda vez que sus aplicaciones en el análisis permiten un mayor sustento científico, dan credibilidad y certeza. Es decir, las investigaciones certeras implican progresos en cualquier ámbito, por lo que su importancia radica en que producen conocimiento y resuelven problemas.
Por último, se puntualizará sobre la importancia de la profesionalización del analista de inteligencia criminal o delictivo, tomando como ejemplo a los elementos de las instituciones policiales, de procuración de justicia y del sistema penitenciario; por lo que deja de manifiesto la exigencia de que la profesionalización sea aplicable al especialista de la información y análisis, con el fin de potenciar sus capacidades y habilidades para desempeñar un mejor trabajo.
Al hablar de la figura del analista en el nuevo sistema de justicia procesal penal acusatorio es necesario partir de una conceptualización del análisis para entender cuál es su función; de tal forma, puede definirse en términos generales como: la “distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos”3.
Sandín define, por otro lado, al análisis de la información como: “un proceso cíclico de selección, categorización, comparación, validación
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e interpretación inserto en todas las fases de la investigación, que nos permite mejorar la comprensión de un fenómeno de singular interés”.4 La definición de Sandín pone de manifiesto aspectos relevantes para el tema que nos ocupa, debido a que considera que al realizar este proceso es necesaria una serie de pasos como seleccionar, comparar, validar e interpretar, mismos que de llevarse a cabo le dan valor agregado a la información (al ser resultado de un proceso metodológico), lo cual se traduce en conocimientos que permiten la comprensión del fenómeno y la toma de decisiones.
De acuerdo con Yanetsys Sarduy5 a través del análisis se obtienen ideas relevantes de las distintas fuentes de información, mismas que deben validarse ya que es importante que los datos sean coniables y actualizados, con el fin de que los resultados obtenidos puedan ser utilizados adecuadamente en la toma de decisiones.
El análisis de información parte desde la simple recopilación y lectura de textos hasta la interpretación. Es decir, el análisis es una actividad intelectual que logra el arte o la virtud de perfeccionar capacidades profesionales por parte del analista; todo esto gracias al empleo de métodos y procedimientos de investigación, ya sean cuantitativos o cualitativos que le permiten separar lo principal de lo accesorio y lo trascendental de lo pasajero o superluo6.
Patricio Tudela advierte que existen diferentes tipos de análisis, sin embargo, cualquiera que sea debe “comprender múltiples operaciones y razonamientos que persiguen encontrar relaciones entre antecedentes, testimonios o datos reunidos, y que no son ‘evidentes’ a primera vista”7. Asimismo, profundizó en los elementos que conforman el
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circuito lógico que optimiza el análisis y su proceso metodológico, mismos que se explican en el siguiente cuadro:
Lo propuesto por Tudela para el proceso de análisis es el resultado de dos enfoques (lógico y metodológico), mismos que se conforman de diferentes elementos primordiales, permitiendo así un análisis acertado y la producción del conocimiento científico (válido y coniable). Siendo estos elementos fundamentales para el funcionamiento del nuevo sistema de justicia procesal penal acusatorio, en virtud de que el analista, al apoyar a los tomadores de decisiones —como a los ministerios públicos por ejemplo—, debe desempeñar un trabajo enfocado en la certeza y certidumbre, representando un rol primordial para coadyuvar en una procuración de justicia eficaz y eficiente.
Antes de hablar del analista, cuando nos referimos al término información de manera general, éste se asocia al dato y al conocimiento; sin embargo, desde el punto de vista del análisis, puede advertirse que la
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información y el dato llenan vacíos de conocimiento8. La función del analista deriva de su capacidad para procesar la información de modo que pueda llevarla a un nivel más elevado que sea útil para la toma de decisiones.
La profesión de analista emerge entonces con especial énfasis en un tiempo cuyo signo es la abundancia de datos e informaciones que complican los procesos decisionales y donde los escépticos no se atreven a entender la esencia de su carácter. El analista debe ser un administrador de recursos de información, que no lo sabe todo, pero maneja herramientas para encontrar materia prima destinada a la producción de información útil. Al mismo tiempo, tendrá un mayor control sobre proyectos de investigación y desarrollo, en temas cada vez más específicos9.
El analista es un especialista de la información, al tener la capacidad de dar valor agregado o significado a los datos obtenidos y convertirlos en conocimientos para los usuarios finales o tomadores de decisiones. Es decir, el analista recopila información de diferentes fuentes y, adicionalmente, la examina, la evalúa y verifica.
Para ello debe poseer habilidades lógicas, cognitivas, técnicas, investigativas y metodológicas; no obstante, sobre este tema se ahondará más adelante.
Entre las funciones del analista están la recopilación y selección de la información; sin embargo, no toda la información es útil para el análisis, debido a que debe determinarse, entre otros aspectos, su veracidad y confiabilidad. José Villamarín10 en su texto Estándares de calidad de la información y democracia de calidad refiere que son necesa-
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rios una contrastación y un equilibrio de fuentes, la separación entre información y opinión, y la verificación, contextualización, exactitud y rigurosidad idiomática.
Por su parte, H. Peter Ohly11 indica que la información es conocimiento disponible en el momento y lugar apropiado para resolver un problema, por tanto, sólo se puede entender como información a los datos que tienen un valor real para quien los usa. Es decir, para este autor la información debe tener calidad para que sea considerada como tal, y debe ser útil en la toma de decisiones o la solución de algún problema específico.
Aunado a lo anterior, al referirnos a calidad de la información, el analista debe ser experto en identificar cuando ésta cuenta con dichos elementos, toda vez que al ser su materia prima debe ser lo más cuidadoso y riguroso posible.
Eugene Bardach12 señala que en el caso del proceso de recopilación de información, es necesario partir de qué es lo que se necesita saber y por qué; debido a que el principal error en el cual se incurre durante este proceso es perder el tiempo recopilando datos sin valor analítico.
Asimismo, indica que la obtención de información es un paso recurrente cuando se centra en...
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