Carta a un lector dudoso de que los impuestos aumenten la desigualdad

AutorGabriel Zaid
Páginas1017-1022
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CARTA A UN LECTOR DUDOSO DE QUE LOS IMPUESTOS
AUMENTEN LA DESIGUALDAD
HASTA hace algunos años, yo creía que los impuestos servían para atenuar la
desigualdad. Esta creencia censuraba el paso por mi cabeza de un hecho
fundamental: los impuestos y la desigualdad han aumentado al mismo tiem-
po. Ya sé que la coincidencia no implica causalidad, que hay que tener ade-
más (cosa que entonces no tenía) algunas hipótesis para explicar la conexión.
Pero hay que empezar por ver la coincidencia, cosa di cilísima, si hay una
“disonancia cognitiva” entre mis creencias y los hechos: o tengo que poner en
duda mis creencias o tengo que ser ciego a los hechos.
La primera vez que vi la coincidencia, medio de reojo, iba a dejarla pa-
sar, porque me parecía demasiado, casi increíble. No sé cómo me atreví a
verla de frente y me quedé sorprendido. Cuando se la comenté a unos ami-
gos, tampoco querían verla: les parecía chistosa, pero no digna de estudio.
No podían verla de frente mucho tiempo. Cambiaban de conversación o se
defendían con lo primero que se les ocurría: que la concomitancia no implica
causalidad; que si así estamos como estamos cómo estaríamos de otra mane-
ra; que quizá no habían aumentado tanto los impuestos o la desigualdad;
que la recaudación misma era regresiva; que había evasión, etcétera. Antes
de pasar al análisis había una resistencia a los hechos. Cuando escribí sobre
esto, sin publicar números, hubo quien creyera que no podía ser cierto, aun-
que los hechos (desconectadamente) eran aceptados, y los números relativa-
mente fáciles de obtener. Ahora que presento los números, en la tabla 55 de
El progreso improductivo, todavía parece difícil verlos, salta usted a la obje-
ción sin empezar por reconocer, cuando menos, que nunca tal cosa se había
publicado y que parece digna de estudio. Una muestra pequeña, que usted
me perdonará. Su carta dice: “Vale la pena apuntar que desde 1968 no se han
vuelto a obtener estadísticas de igual cobertura sobre la distribución del in-
greso, si bien el CENIET realizó encuestas en 1975 que publicará en breve”.
Hasta tal punto pasó usted de prisa sobre mi tabla 55, que no leyó que esa
encuesta ya fue publicada; que la cito, y que de ahí tomé el coe ciente de Gini
para 1975 que puse ante sus ojos.
Otra cosa que muestra que salta usted a las objeciones antes de atender a
los hechos, es que no se pronuncie sobre esa tabla. Sus citas de Wilkie pare-
cen negar la simple concomitancia. Pero si usted realmente cree que los im-
puestos o la desigualdad no aumentaron de 1950 a 1975, cree usted una cosa
tan enorme que me extraña que no la diga. Y si usted acepta la concomitancia

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