Los cambios verdaderos requeridos en la agricultura mexicana 2012-2025: visión y propuestas alternativas

AutorIng. Víctor Suárez Carrera
Páginas93-116
Los cambios verdaderos reque ridos en la agricultura mexicana 2012-2025:
visión y propuestas alternativas
Ing. Víctor Suárez Carrera*
Con el resultado de las elecciones presidenciales del
año 2000, la agricultura mexicana entró al siglo XXI con
la esperanza de que una alternancia política permitiría
terminar con 70 años de un régimen autoritario de par-
tido único y avanzar hacia una genuina transición a la
democracia, permitiendo entre otras grandes t areas la
aplicación de nuevas políticas públicas para el sector
rural en respuesta a las demandas de la sociedad rural
y de la ciudadanía en su conjunto.
En las dos últimas décadas del siglo XX se impuso en
México una contrarreforma agraria radical con el obje-
tivo de revertir las grandes conquistas sociales deriva-
das de la revolución campesina de 1910, en particular
las vinculadas con el reparto agrario y la propiedad
* Víctor Suárez Carrera. Ingeniero Agrónomo especialista en
Economía Agrícola. Universidad Autónoma Chapingo. Ha
sido Director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Em-
presas Comercializadoras de Productores del Campo, A.C.
(ANEC). 1996-2003, Director de Comercialización Rural de
Boruconsa, Secretario Adjunto de Par ticipación Social de la
Comisión Nacional Forestal, Subdirector General de Desarro-
llo Forestal de la SARH y Supervis or de Organización Comu-
nitaria. Programa Conasupo-Coplamar de Abasto Comunita-
rio. Es Integrante del grupo de intelectuales y especialistas
responsable de la elaboración del libro Nuevo Proyecto de
Nación por el Renacimiento de Méx ico, Miembro del Conse-
jo Consultivo del Movimiento Regeneración Nacional (More-
na), A.C. Fue Diputado Federal en la LIX Legislat ura. Entre sus
Publicaciones se destaca , Políticas públicas para la agricul-
tura mexicana con base en el consens o y la certidumbre. El
caso de la ley de planeación para la sob eranía y la seguridad
agroalimentaria y nutricional. Editorial Ítaca. ¿Tiene futuro la
agricultura campesina en Méx ico? Políticas Públicas para la
soberanía alimentaria y el desarrollo rural con campesino.
Participó en la creación del Centro de E studios para el Desa-
rrollo Rural Sustentable y la Sob eranía Alimentaria (CEDRS-
SA) de la Cámara de Diputados y par ticipó en el Estudio de
Gran Visión Maíz Oaxaca, G uerrero y Chiapas. Fondo Acción
Banamex-BID, en el diseño del Pro grama de Fomento de
Empresas Comercializadoras Agropecuarias por mencionar
algunas.
social de la tierra, así como a la posibilidad de los cam-
pesinos de tener derechos y ciudadanía y por tanto de
ser parte —por primera vez— del proyecto nacional.
Dicho pacto histórico —que había propiciado una re-
lativa estabilidad social por más de medio siglo y con-
tribuido al proceso de industrialización y urbanización
del país— sufrió un desgaste ininterrumpido a partir
de 1982 con la imposición del modelo neoliberal en
México y nalmente fue roto por la élite económica y
el partido en el poder (Partido Revolucionario Institu-
cional, PRI) con la contrarreforma al artículo 27 cons-
titucional de 1992 la cual puso n al reparto agrario y
abrió la puerta a la privatización de la propiedad social
de la tierra.
Y esa contrarreforma ocurrió al tiempo que se puso en
vigor en 1994 el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) que decretó y elevó a rango de ley
suprema de la nación la inviabilidad de la agricultura
campesina y de la producción nacional de alimentos y
la entrega de nuestro sistema alimentario a los intere-
ses de Estados Unidos y de las grandes corporaciones
agroalimentarias trasnacionales.
El rompimiento del pacto histórico del Estado mexica-
no con el campesinado fue posible gracias al predo-
minio de un sistema político autoritario y al creciente
debilitamiento del Estado frente al poder de las cor-
poraciones; también fue posibilitado por el fraude
electoral de 1988 contra el candidato presidencial de
la izquierda y por la debilidad de las organizaciones
campesinas, los movimientos sociales y los p artidos
progresistas del país.
La derrota electoral del PRI, en las elecciones presiden-
ciales de 2000, a manos del partido de la derecha (Par-
tido Acción Nacional, PAN) y de un electorado deseoso
de una alternancia política, propició cierta esperanza
en la posibilidad de la democratización del sistema
político mexicano, y en el cambio de las políticas neo-
liberales en el campo, en especial respecto a la renego-
ciación del capítulo agropecuario del TLCAN a la que el
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candidato presidencial panista ganador se había com-
prometido por escrito en su campaña electoral.
Ha transcurrido ya una década desde la derrota elec-
toral del PRI y se han sucedido dos diferentes gobier-
nos panistas por lo que estimo se tienen sucientes
elementos para realizar un balance crítico de los resul-
tados de la alternancia política de derecha en relación
con la agricultura mexicana de principios del siglo XXI.
Este es el propósito del presente ensayo.
En julio de 2000, justo en el arranque de la alternancia
política de derecha, el presidente electo, Vicente Fox,
declaró eufórico que su gobierno sería “una adminis-
tración de empresarios para empresarios”, frustrando
rápidamente las esperanzas de una transición a la de-
mocracia y un cambio en la política neoliberal priista.
En relación con las políticas agrícolas de la alternancia
de derecha el gobierno de Vicente Fox mantuvo como
dogma de fe la política de libre comercio y al TLCAN
como la política agroalimentaria y de desarrollo rural.
No todo fue continuidad priista. También introdujo
cambios importantes entre los que sobresale el cam-
bio de los campesinos por los agricultores ricos y exi-
tosos como los nuevos hijos predilectos del régimen
al lado de las grandes corporaciones agroalimentarias
mexicanas y trasnacionales.
En efecto, con el primer gobierno de la alternancia se
estableció —sin ambages ni pudor alguno— la po-
lítica de reconocimiento a la minoría de agricultores
empresariales como los únicos con potencial produc-
tivo y aptitud competitiva. La losofía era que en ellos
debía concentrarse la atención gubernamental para el
desarrollo económico del sector y por tanto había que
darles prioridad a ellos en la asignación de los recursos
públicos escasos de inversión, crédito, seguros, subsi-
dios, asistencia técnica, investigación, desarrollo tec-
nológico, acceso a mercados y tratamientos scales de
privilegio y acceso a materias primas baratas domésti-
cas y de importación, etcétera. Al resto, a la gran ma-
yoría de los pequeños y medianos productores y sus
familias, se les consideró, desvalorizando su calidad de
sujetos productivos y sujetos de derecho, únicamente
como pobres e inviables, objetos y beneciarios de una
política de transferencias s cales directas e individuali-
zadas (Procampo y Oportunidades), lo cual profundizó
y generalizó el modelo asistencialista de combate a la
pobreza y de control político desplegado por Salinas y
Zedillo desde 1988.
De esta forma, transferencias de recursos públicos y el
otorgamiento de privilegios a los nuevos hijos predi-
lectos del régimen se practicaron desde el poder con
toda “legitimidad” y “naturalidad” a lo largo del primer
decenio de la agricultura mexicana del siglo XXI, pro-
fundizando en el medio rural la desigualdad, pobreza,
migración y hambre, como veremos más adelante.
En el contexto de la continuidad de las políticas anti-
campesinas y de dependencia alimentaria impulsadas
por el llamado gobierno de la alternancia y el “cambio”
y de cara a la penúltima etapa de liberalización del co-
mercio agroalimentario prevista por el TLCAN para el
1º de enero de 2003 diversas organizaciones campesi-
nas4 lanzaron a la nación en octubre de 2002 el mani-
esto “¡El campo no aguanta más! Seis propuestas para
la salvación y revalorización del campo mexicano”.
Las demandas centrales que enarboló el Movimiento
El Campo no Aguanta Más (MECNAM, ver recuadro)
representaron no sólo un pliego de reivindicaciones
inmediatas, sino al mismo tiempo una agenda autóno-
ma de cambios de fondo al modelo neoliberal hacia el
campo y una propuesta para la construcción de alian-
zas con los movimientos urbanos e indígenas del país.
Estos hechos obligaron al gobierno federal a dialo-
gar y a negociar las demandas del MECNAM y con el
respaldo de la opinión pública, derivó en la rma del
Acuerdo Nacional para el Campo: por el Desarrollo de
la Sociedad Rural y la Soberanía y Seguridad Alimenta-
ria (ANC) en abril de 2003.
El ANC tenía como objetivo central lograr una reorien-
tación de las políticas neoliberales del viejo régimen
para establecer una nueva política de Estado para la
recuperación de la soberanía alimentaria, la revalori-
zación de la agricultura campesina en la producción
alimentaria y en el desarrollo rural y el reconocimiento
de los derechos de la población rural a una vida digna.
4 AMUCSS, ANEC, CCC, CEPCO, CIOAC, CNOC, CNPA, CODUC,
FDCCh, Red Mocaf, Unofoc y UNORCA .

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