¿Uno para todos y todos para uno? Una teoría sobre la relación del Presidente y su partido político
| Autor | Vidal Romero |
| Páginas | 111-130 |
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INTRODUCCIÓN
La estructura de los sistemas presidenciales coloca a los presiden-
tes y sus propios partidos políticos en una peculiar relación de de-
pendencia y confrontación (Shugart, 1998). Sus suertes se encuen-
tran correlacionadas, sin embargo, sus intereses no siempre están
alineados.
Por un lado, el Presidente durante su encargo requiere el apoyo
de su partido en el Congreso para cambiar o mantener el statu quo y
para que el partido sirva de puente con los distintos grupos de interés
(e.g. sindicatos u otros partidos). Una vez que termina su periodo, el
Ejecutivo necesit a de su p artido político para que sus políticas no
sufran mayor cambio y, en algunos casos, para no ser encarcelado.
Por otro lado, el partido depende de su Presidente para ser re-
electo –con base en su desempeño en el cargo y la eficiencia electo-
ral de sus políticas. Además, los partidos tienen preferencias ideoló-
gicas que quisieran transformar en políticas públicas. Para lograr
estos dos fines el p artido del Presidente requiere acceso a bienes
sobre los cuales tiene acceso exclusivo él , como puestos en el gabi-
nete (Geddes, 1994) y gasto discrecional (Diaz-Cayeros et al., 2005).
La interdependencia del Presidente y su partido arriba descrita
indica que estos dos acto res políticos tienen s uficientes ra zones
¿Uno para todos y todos para uno?
Una teoría sobre la relación del Presidente
y su partido político*
Vidal Romero
*Ensayo preparado p ara ser presentado como ponencia en la mesa redonda “Pers-
pectivas Ejecutivo-Legislativo” del Primer Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de
Estudios Parlamentarios. Ciudad de México, 18 de o ctubre de 2006. Agrad ezco a E lisa
Lavore por su asistencia en la investigación.
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para colaborar el uno con el otro y beneficiarse del intercambio. Sin
embargo, las transacciones entre ellos no siempre se realizan por-
que en ocasiones sus intereses divergen en gran medida o tienen
problemas para comprometerse creíblemente para intercambiar en
el tiempo. Comparativamente observamos una varianza importante
en la ocurrencia de colaboración entre presidentes y sus partidos.
Los presidentes Carlos Salinas (México, 1988-1994) y Carlos Ménem
(Argentina, 1989-1999) colaboraron con sus respectivos partidos, el
PRI y el PJ, para lograr sus reformas económicas a cambio de com-
pensaciones en forma de gasto social y concesiones en materia la-
boral a sus partidos (Romero, 2005). Por el contrario, Fernando Co-
llor de Mello (Brasil) y Carlos Andrés Pérez (Venezuela, 1989-1993),
en su segundo periodo, fracasaron rotundamente en lograr el apoyo
de sus partidos para sus iniciativas de reformas económicas, inclu-
so amb os fueron e chados del cargo con e l consentimiento de sus
copartisanos.
¿Por qué algunos presidentes pueden lograr el apoyo de sus
partidos mientras que otros fracasan? La literatura no ha respondi-
do suficientement e a es ta pregun ta todavía . De h echo se asume
comúnm ente q ue los preside ntes re cibirán automátic amente el
apoyo de sus partidos políticos. Por ejemplo, Duverg er (1979: 422)
considera que si el mismo partido ostenta la presidencia y el Legis-
lativo, entonces un sistema presidencial equivale a uno parlamenta-
rio. Tsebelis (2002: 78-81) argumenta para el mismo caso de gobier-
no u nido, que el número efectivo de jugadores de veto se reduc e
comparado con gobierno dividido.
En el siguiente apartado d e este capítulo desarrollo un marco
teórico que explica bajo qué circunstancias esperaríamos observar
que e l Presidente logre la colaboración de su p artido político. Mi
hipótesis principal es que dicha colaboración es una función de tres
variables: los recursos disponibles del Presidente para compensar
a su partido; su habilidad para comprometerse creíblemente a re-
pagar al partido, y; el rendimiento electoral esperado del Ejecutivo
para el partido. En el apartado siguiente ilustro la teoría con el caso
del presidente Vicente Fox y su partido, el PAN. Al final discuto im-
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