¿Y la megalópolis? interacción cotidiana entre zonas metropolitanas y asunto de política regional

AutorLigia González García de Alba
Páginas351-370
35 1
En la segunda mitad del siglo XX los procesos urbanos adquirieron una
velocidad y dimensión nunca antes vista en la historia, concentrando
grandes cantidades de población, flujos, recursos (principalmente
de tecnología de punta y de información) y poder, incrementando la
influencia regional de las ciudades hasta formar sistemas funcionales
altamente integrados. Conjuntos de ciudades que ejercen influencias
recíprocas entre dos o más, en conjunto o en combinaciones, interre-
lacionados e interdependientes, cuyas relaciones son de naturaleza
social, económica y política. Estas influencias se manifiestan en flujos
comerciales, de población y de servicios. Más que un agregado simple
de ciudades, un sistema urbano refleja la combinación compleja y fun-
cional de lugares centrales de jerarquía diversa y áreas de influencia.
Las áreas de influencia formadas por las poblaciones y los territo-
rios que interactúan con un sistema constituyen regiones funcionales
y sus límites se definen por la magnitud y la intensidad de los flujos
que se establecen entre los lugares centrales de distinta jerarquía del
sistema urbano.
Desde los años sesenta se habla de las megalópolis1 como conjuntos
de zonas metropolitanas que interactúan de manera intensa y cotidiana
y que cubren regiones muy extensas. Las megalópolis no se concibie-
*Con la colaboración de Fabián González Luna; Programa Universitario de Estudios Metro-
politanos.
1 En 1960 el geógrafo Jean Gottmann acuñó el concepto de megalópolis para referirse a un
continuo urbano muy extenso del territorio estadounidense, en donde se traslapaban las áreas de
influencia de varias metrópolis y ciudades desde Nueva York hasta Boston.
¿Y la megalópolis? interacción cotidiana entre zonas
metropolitanas y asunto de política regional
Ligia González García de Alba*
Ligia González García de Alba352
ron como “ciudades muy grandes”, ni como un simple aglomerado de
población de grandes dimensiones; sino como subsistemas o sistemas
de ciudades con una configuración de relaciones socioeconómicas,
tecnológicas y de poder entre sus localidades que generalmente son
de gran tamaño o complejidad y que ejercen influencia sobre regiones
también complejas y extensas. Una de las características fundamenta-
les de las megalópolis es que son sistemas de ciudades integradas más
en una lógica global que nacional, son puntos de enlace dentro de la
economía mundial, donde la capacidad de realizar actividades tercia-
rias representa el eje troncal de su competitividad. Sin embargo, así
como concentran los avances tecnológicos y las actividades de punta,
también experimentan una serie de problemas, particularmente en las
megalópolis de los países periféricos, en donde no se logran atender
las necesidades básicas de toda la población como vivienda, agua, sa-
lud, educación, trabajo, seguridad, trasporte y cultura, entre otros, y
considerando además que son los territorios crecientes en población,
la previsión y puesta en marcha de políticas públicas megalopolitanas
se convierte en un tema central de desarrollo y seguridad nacional.
Las megalópolis pueden tener mayor o menor grado de consolidación
y de desarrollo, y éste no puede ser abordado desde una sola óptica o
dimensión y que se constituyen como uno de los retos de desarrollo y
calidad de vida más importantes de la actualidad.
Las megalópolis superan el orden político-administrativo existen-
te: generan retos de gobernanza que deben ser atendidos con formas
novedosas de administración y ejercicio del poder público, en donde
la participación ciudadana y democrática sean los ejes básicos en la
construcción del andamiaje político social necesario para atender las
realidades que plantea esta estructura territorial.
Bajo este panorama, se describen y analizan las principales carac-
terísticas de la megalópolis de la región centro de México, incluyendo
algunos comentarios sobre el contexto de la globalización, con la finali-
dad de destacar la necesidad de construir políticas públicas de enfoque
territorial no sectorizadas que emanen de las realidades y estructuras
espaciales vigentes y que también respondan a éstas.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR