Historia regional de los nahuas de Santa María Teopoxco, Oaxaca, México (1400-1960)

AutorCarlos Humberto Durand Alcántara
Páginas25-147
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CAPÍTULO II
Historia regional de los nahuas de Santa María
Teopoxco, Oaxaca, México (1400-1960)
INTRODUCCIÓN
La manera en que se ha organizado este capítulo parte del marco referencial,
de cómo concebimos conceptual y espacialmente la región investigada, en
cuyo caso son importantes las relaciones y el entramado social que desarrolló
la cultura nonoalca procedente de Tula, en un espacio más amplio y que se
ubica en el valle de Tehuacán y en los linderos de la sierra oaxaqueña, entre
Huautla, Zongolica y Teotitlán del Camino, Oaxaca. En un segundo plano, se
incursionó en la identificación de los patrones que integran –históricamente– a
la cultura náhuatl, recuperando a los más importantes estudiosos sobre la
materia (Kirchhoff, 1976; León-Portilla, 1997; López Austin, 1984; Manzani-
lla, 1999; Sahagún, 1952; entre otros).
Valga precisar que en los apartados tercero y cuarto de este trabajo se
busca establecer amplios referentes que expliquen de manera consistente el
vínculo nonoalca con Teopoxco, de ahí que jerárquicamente en nuestro estu-
dio se integren varios subapartados en esta temática.
La última parte se conforma a partir de la historia microrregional de
Teopoxco en cuyo caso arribamos a los albores del siglo XX, sin que en su fase
contemporánea (últimas tres décadas) se haga un estudio pormenorizado, en
virtud de que la historia reciente se recupera en otro ámbito de nuestra inves-
tigación general.
Si bien los historiadores y especialistas de diversas disciplinas reconocen
la importancia del estudio “micro” o local, como es el que aquí nos ocupa,
en virtud de que constituy en relaciones cuya especificidad permitirí a la
identificación de sus principales estructuras o significados, de igual manera,
por tratarse de espacios más concretos, habría que señalar las dificultades
que depara o han deparado, para cualquier núcleo de investigación, el estu-
CARLOS HUMBERTO DURAND ALCÁNTARA
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dio histórico de aquello que solemos identificar como lo local, como así
acontece con el municipio de Santa María Teopoxco, Oaxaca, y de sus 33
barrios que le conforman, sobre todo, cuando en el procesamiento de nuestra
información hemos encontrado espacios irresolubles respecto de su conti-
nuidad histórica.
Entre otras, algunas de las lagunas de conocimiento acerca de la historia
local van desde el “origen de sus primeros asentamientos”. Si acaso, pode-
mos conjeturar sobre su origen chocho poloca, lo cual se advertiría a partir de
estudios estratigráficos y arqueológicos, y de lo cual lingüísticamente no
encontramos algún parámetro que sea indicativo en este tenor, como sí ocurre
en dos poblados y municipios vecinos, que son Huautla (hoy de origen
mazateco) y en Teotitlán del Camino (con escasa pervivencia nahua en la
actualidad).
Otro problema es el inherente a la relación o dependencia de Teopoxco
con otros centros de poder, como así ocurrió con su cabecera o partido Teo-
titlán del Camino, de manera que gran parte de su pasado histórico se con-
gregó en dicho poblado y el cual, en la actualidad, carece de una sistematiza-
ción de documentos que delimiten este vínculo histórico. Otro problema es
la gigantesca dispersión documental relativa a los elementos en estudio, fenó-
meno que por supuesto dificultó el debido trazo de la investigación; al respec-
to, existen documentos en la ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Tehuacán,
Coxcatlán, Teotitlán, etcétera.
MARCO DE REFERENCIA
Amén de la importancia de los significados históricos que guarda nuestro
estudio, dos son los aspectos que de manera central se entreveran para inten-
tar distinguir los “segmentos” de la cultura nahua que aún subsisten en el
norte del estado de Oaxaca, como así ocurre en el caso del actual municipio
de Santa María Teopoxco.18
18 La fuente documental más antigua que da cuenta de la existencia de Santa María Teopoxco corres-
ponde a la relación de Teutitlán, que data del año de 1581, la cual analizamos en el marco de este estudio,
valga precisar que dicho documento refiere el término Teopochco para aludir a nuestro espacio geográfico
investigado. En el contexto de este estudio utilizaremos de forma indistinta, al referirnos a Santa María
Teopoxco, los términos Teopoxco y Teopochco, cuya forma cambia, como veremos más adelante, dependiendo
de las reglas establecidas respecto de la región y la forma dialectal que se usa para el náhuatl.
HISTORIA REGIONAL DE LOS NAHUAS
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En primer término encontramos aquel que corresponde a su dimensión
espacial, es decir, el concepto de región, que si bien desde la geografía podría
advertir aquellos cánones que delimitan cierta territorialidad en sus aspectos
hidrológicos, fisiográficos, climatológicos, orográficos, etcétera.
De igual manera, el término de región lleva implícito su enmarque espe-
cíficamente cultural, es decir, la simbolización que el ser humano ha dado a
ciertos espacios geográficos. En esta perspectiva se identifican dos ámbitos:
en primera instancia, aquel que comparte el advenimiento de la región del
valle de Tehuacán;19 y, en segundo lugar, su vínculo con la región montañosa
que le circunda, actualmente limítrofe entre los estados de Puebla, Veracruz
y Oaxaca, en cuyo caso sobresale la relación de Teopochco con el “corredor”
entre Teotitlán y Huautla (mapa 1).
Es imprescindible, para entender la historia de la región, el conocimiento
de las relaciones económicas, políticas, demográficas y culturales de las men-
talidades. En esta óptica se despliega el estudio de Teopochco, a partir del víncu-
lo estrecho con el área de Tehuacán, Puebla y Teotitlán, Oaxaca, los que a su
vez interaccionan con Tula y la Mixteca.
Encontramos que nuestra región en estudio se ubica en:
El eje Transversal y la Sierra Madre que se enlazan, y con ello contribuyen
a configurar una abigarrada orografía de altos cerros, amplios valles, que-
bradas y barrancas profundas en cuyo fondo corren en rápido curso, ríos
o arroyos que socavan las formaciones calcáreas para sumirse y reaparecer
más adelante.
El nudo montañoso así forjado ocupa el término donde colindan los estados
de Puebla, Oaxaca y Veracruz; el valle semidesértico de Tehuacán, La Cañada
cálida y seca que iniciándose en Teotitlán conduce a la ciudad de Oaxaca, y
la vertiente oriental del macizo serrano en su mayor extensión ocupada por
Zongolica, aunque en jurisdicciones propias de entidades federativas distin-
tas, constituyen una región.
La vegetación del valle, ubicada en la zona semiárida poblano-oaxaqueña, se
considera como una herencia relativamente poco perturbada del matorral xeró-
filo que imperó en todo el valle de Tehuacán hace por lo menos 10,000 años.
Ahora se conserva una exótica y extraña cubierta vegetal en la que gigan-
tescos y centenarios cactus parecen custodiar valiosos tesoros que la ciencia
19 La región de Tehuacán ha sido considerada tradicionalmente como la parte del sureste de México
que abarca el norte de la Mixteca, La Cañada oaxaqueña y la Sierra Negra del estado de Puebla.

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