Democracia en la Universidad Autónoma Metropolitana
| Autor | Agustín Pérez Carrillo |
| Cargo del Autor | Licenciado en Derecho por la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Sonora (USON). |
| Páginas | 477-492 |
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Objetivo
En esta colaboración analizaré las decisiones tomadas por el doctor
Luis Mier y Terán Casanueva, cuando fue rector general de la Universi-
dad Autónoma Metropolitana (UAM) (2001-2005), en relación con el
sistema de estímulos y becas del personal académico, la carrera aca-
démica, la creación de la Unidad Cuajimalpa, el cierre de la Tienda de
Autoservicio de la UAM (TAUAM) y el cierre del Centro de Desarrollo
Infantil núm. 3 (Cendi 3). El análisis me servirá de base para indagar
si estas decisiones están orientadas por los principios democráticos
establecidos en el artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos para realizar los fines de educar, investigar y di-
fundir la cultura.
Sistema de estímulos y becas
La situación económica en la nación mexicana en la década de los
ochenta del siglo pasado repercutió negativamente en el cumpli-
miento del objetivo de las universidades e instituciones de educación
superior y, en consecuencia, de la Universidad Autónoma Metropoli-
Democracia en la Universidad
Autónoma Metropolitana
Agustín Pérez Carrillo*
*Licenciado en Derecho por la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad
de Sonora (USON). Profesor del Departamento de Derecho de la Universidad Autónoma Metro-
politana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A), México D.F.
Agustín Pérez Carrillo
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tana (UAM). El salario tabular del profesor Titular C de tiempo com-
pleto por tiempo indeterminado en 1987 era de 627,793 pesos, equi-
valente a 5.64 salarios mínimos mensuales o 555.56 dólares. En este
escenario era evidente la fuga de cerebros y la urgencia del personal
académico de tener ingresos extra, su permanencia no se podía garan-
tizar y las consecuencias desfavorables en el desarrollo de las funcio-
nes académicas eran innegables en virtud del ausentismo o desen-
canto de muchos profesores.
Una referencia para conocer el poder adquisitivo de los salarios es,
por ejemplo, el del Titular C que en 1976 era de 19,700 pesos (Uni-
versidad Nacional Autónoma de México), equivalente a 1,575 dólares
u 8.76 salarios mínimos, y en 1994 era de 4,070.28 pesos, igual a
1,162 dólares o 10 salarios mínimos. Para 2006 el salario pactado
para el Titular C es de 17,280.66 pesos, aproximadamente 1,550
dólares u 11.5 salarios mínimos. Las cantidades señaladas integran el
salario tabular, al cual se le resta el impuesto sobre la renta y las cuo-
tas para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabaja-
dores del Estado.
El Colegio Académico de la UAM, con el impulso de los rectores
generales en turno, inició la construcción de un sistema de estímulos
y becas para su personal académico y lo consolidó en cinco años; los
objetivos del sistema eran lograr la permanencia del personal acadé-
mico, mejorar el cumplimiento de las funciones propias del objeto de
la UAM y ofrecer remuneraciones suficientes para la satisfacción de las
necesidades e intereses de quienes las atienden. Estos objetivos se indi-
can en las exposiciones de motivos de las reformas al Reglamento de
Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico (RIPPPA).
En el periodo del rector Sergio Reyes Luján (1981-1985) se esta-
blecieron en el RIPPPA el grado de doctor Honoris Causa, el nombra-
miento de Profesor Emérito, la Medalla al Mérito Académico, el
Diploma al Mérito Académico, el Premio a la Investigación y el Nom-
bramiento de Profesor Distinguido. En relación con los últimos cuatro
merecimientos el rector general podía otorgar un estímulo económico
de acuerdo con las posibilidades presupuestarias de la UAM. El sistema
se orientó más por reconocer el mérito académico que por otorgar
remuneraciones.
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