Prólogo

AutorLorenzo Meyer
Páginas7-13
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PRÓLOGO
LORENZO MEYER
En la actualidad, las relaciones entre mexicanos y estadu-
nidenses, sea a nivel privado u ofi cial, son constantes y más
intensas y complejas que nunca —al inicio del siglo XXI el con-
junto del comercio entre los dos países ascendía a 250 000 mi-
llones de dólares anuales, y los cruces a lo largo de la frontera
común en el mismo lapso, a 300 millones de personas—. Para
administrar tal intensidad de intercambios e intereses, la co-
operación ha tenido que ser la norma; cooperación dentro de
un contexto de asimetría creciente. Sin embargo, la defi nición
política de México frente a los Estados Unidos y frente a sí mis-
mo —su nacionalismo— se ha forjado en el confl icto histórico
con su vecino del norte. Se trata de un confl icto que parte de
diferencias culturales y de intereses heredados de las rivalida-
des de sus respectivas metrópolis europeas pero que, transfor-
madas estas diferencias a lo largo del tiempo, persisten hasta
la actualidad.1 Así pues, el centro del análisis desarrollado por
Susana Chacón en torno a la relación bilateral entre los go-
biernos de México y los Estados Unidos entre 1940 y 1955 —el
delicado balance entre el confl icto y la cooperación—, es tan
válido para la época escogida por la autora como para cual-
quier momento comprendido entre la conclusión de la guerra
entre ambos países en 1848 y el presente.
1 En la defi nición que hace Samuel P. Huntington de la esencia de lo es-
tadunidense, está justamente esa diferencia de valores con otras culturas,
en particular con la que se encuentra al sur del Río Bravo. ¿Quiénes somos?
Los desafíos a la identidad nacional estadunidense, Paidós, México, 2004, es-
pecialmente pp. 204-212.

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