Inteligencia emocional y conciencia

AutorJosé Francisco Báez Corona
Páginas143-187
Sobre los jueces y las emociones
Manual de Inteligencia Emocional para la Jurisdicción
143
Capítulo III
Inteligencia emocional y conciencia
José Francisco Báez Corona
144
3.1. Cerebro e inteligencia emocional
Siguiendo a Dennis Rains, puede afirmarse que “la importancia de
la emoción para el funcionamiento humano es obvia. En un nivel
inmediato, el amor o el miedo puede absorber la atención y
dominar la experiencia consciente, dejando a la persona
incapacitada para lidiar con otros asuntos”
253
.
De lo anterior se deriva que la jurisdicción es una actividad
enmarcada por emociones. Tensión, nerviosismo, ira, hostilidad,
calma y ansiedad son estados emocionales que enfrentan los
juzgadores día a día. Lo importante de este apartado será
demostrar que “la emoción, al igual que la percepción y la acción,
está controlada por determinados circuitos neuronales del
encéfalo”
254
. Por ello, se describen algunos descubrimientos
recientes que han permitido explicar las funciones cerebrales y su
relación con la inteligencia emocional.
Conocer cómo opera el cerebro, al menos en sus aspectos
básicos, es una herramienta fundamental para comprender cómo
es posible ser consciente de las emociones y canalizarlas en la
forma más favorable, tanto para el juzgador como para cualquier
persona.
En opinión de Carrión
255
, el cerebro humano es prácticamente un
mapa que muestra la evolución histórica de las especies, ya que
posee una estructura triple, existen tres partes diferentes que
realizan actividades diferenciadas pero también trabajan juntas y se
comunican entre sí.
253
Rains, Dennis, op. cit., p. 287.
254
Kandel, Eric; Kupferman, Irving, op. cit., p. 635.
255
Cfr. Carrión, Salvador, op. cit. p. 42.
Sobre los jueces y las emociones
Manual de Inteligencia Emocional para la Jurisdicción
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Con ello, Carrión hace referencia a la teoría originalmente
desarrollada por MacLean
256
, en los años 70, en la cual se
concluye que los mamíferos superiores como el ser humano, tienen
una jerarquía de tres cerebros en uno.
Estas tres partes han sido denominadas como cerebro primitivo o
reptilíneo, cerebro antiguo, límbico o paleomamífero y cerebro
reciente o córtex. Como los propios nombres lo indican, cada uno
de éstos se deriva de un periodo específico de la evolución, y es
compartido con diferentes especies, según se explica a
continuación:
(El) cerebro primitivo, el más antiguo, tal y como el órgano original
sobre el que evolucionó el resto. Podría equipararse al que
poseen los reptiles, los peces y otras especies inferiores. El
segundo cerebro, el antiguo, siguiente en la escala darwiniana,
heredado de los pr imeros mamíferos, y que posiblemente entrara
en acción a finales del mesozoico hará entre 141 y 38 millones
de años. El tercer cerebro, o reciente, similar al de muchos
mamíferos actuales, pero algo más evolucionado, gracias a su
corteza cerebral y al lóbulo frontal con sus características
257
.
Cada una de estas “tres partes” se encuentra en diferentes
regiones del cerebro, comprendiendo órganos diversos y
realizando funciones distintas. Una síntesis de dichas
características aparece en la Tabla 7, de elaboración propia, con
base en los textos de Carrión
258
y Rains
259
:
256
Citado por Rains, Dennis, op. cit., p. 298.
257
Carrión, Salvador, op. cit., p. 43.
258
Cfr. Carrión, Salvador, op. cit..
259
Cfr. Rains, Dennis, op. cit.,

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