¿Funciona en la práctica la consolidación fiscal?

AutorPhilip Arestis, Geoff Goodwin y Malcolm Sawyer
Páginas271-304
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CAPÍTULO 9
PHILIP ARESTIS,* GEOFF GOODWIN*
Y MALCOLM SAWYER**
¿Funciona en la práctica
la consolidación fiscal?***
INTRODUCCIÓN
EL TÉRMINO consolidación fiscal, coloquialmente es utilizado
para referirse a políticas cuyo objetivo es reducir el déficit
presupuestal, porque es considerado insostenible y, particularmen-
te, dañino porque se supone inflacionario; además está asociado
a altas tasas de interés. Consecuentemente, la reducción del défi-
cit presupuestal restauraría la confianza e incrementaría el gasto y
la actividad económica.
Se inicia este trabajo señalando brevemente algunos de los
argumentos que se ofrece a favor de la consolidación fiscal. En la
literatura económica se citan a algunos países que de manera exi-
tosa han logrado reducir el déficit presupuestal y mejorar la activi-
dad económica, a partir de lo cual, se resaltan algunos inconvenien-
tes en la evaluación de estos casos. Posteriormente, se examina de
manera crítica tres casos que se consideran exitosos en la consoli-
dación fiscal. Nuestra conclusión es que los argumentos sobre la
consolidación fiscal no son sostenibles.
CONSOLIDACIÓN FISCAL
INICIAREMOS con dos citas que están a favor de la consolidación fiscal.
La primera señala que:
* Universidad de Cambridge, Reino Unido.
** Universidad de Leeds, Reino Unido.
*** Traducido por Christian Domínguez y revisado por Noemí L evy.
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el gran énfasis en la prudencia fiscal y la estabilidad del tra-
tado de Maastricht derivó de la idea de que las finanzas pú-
blicas era una de las principales causas del mal desempeño eco-
nómico de muchas de las naciones de la Unión Europea (UE)
desde 1970. Las décadas subsecuentes dieron una buena lec-
ción a Europa sobre cómo no puede sostenerse la prosperidad
económica en un ambiente inestable de política económica.
Políticas fiscales inapropiadas, frecuentemente, sobrecargan la
política monetaria e incrementan la tasa de interés. Por el lado
de la oferta, los sistemas de bienestar generosos contribuye-
ron a la creación de rigídeces estructurales en las economías de
la UE y generaron un comportamiento salarial inapropiado. El
efecto neto fue un impacto negativo en las expectativas em-
presariales y la inversión, los cuales contribuyeron a un menor
crecimiento del producto observado y potencial, cuyo prin-
cipal resultado fue el estancamiento del empleo (European
Commission, 2000: 9).
La segunda cita está referida de manera más cercana a la
consolidación fiscal con deuda pública. Dice:
Previo a la segunda crisis petrolera, el monto de la deuda
pública se redujo por una fuerte inflación no anticipada –que
indujo transferencias de riqueza de los tenedores de bonos al
sector público (i.e. impuesto inflacionario). La combinación
insostenible de política fiscal y monetaria expansiva se mani-
festó en una creciente inflación y consecuencias destructivas
para el crecimiento económico. Durante los años de la década
de 1980, en la mayoría de los países de la OCDE, la política
monetaria restrictiva estuvo acompañada de políticas fiscales
expansivas, asociadas a altas tasas de interés reales, y crecien-
tes relaciones de deuda-PIB… Durante este periodo, las discu-
siones sobre la sostenibilidad giraron alrededor de la inade-
cuada dinámica familiar de las deudas del superávit primario
para neutralizar la espiral de pagos de intereses de la deuda…
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En los inicios de los años de 1990 se reconoció ampliamente
el problema de la insostentabilidad y se sugirió la consolida-
ción fiscal para controlar la dinámica de la deuda. Los posicio-
nes fiscales se empeoraron en la recesión de inicios de los no-
venta aunque, posteriormente mejoraron a medida que la
consolidación se convirtió en una prioridad para los países
europeos, los Estados Unidos y otras economías, siendo Japón
una excepción notable (OCDE, 2002: 117-119).
Los argumentos en favor de la consolidación fiscal se centra-
ron en dos puntos centrales. El primero (al cual regresaremos en el
siguiente apartado) es que el déficit presupuestal implica préstamos
y, por tanto, deudas, se acumulan las obligaciones por intereses,
generándose una posición insostenible que, ineludiblemente, debe ser
corregida. El segundo punto invoca formas de equivalencia ricar-
diana, a través de las cuales los agentes económicos previsores res-
ponden a las perspectivas de menor déficit presupuestal, antici-
pando menores pagos futuros de intereses e impuestos. Ello tiene
un impacto positivo sobre el gasto privado. El argumento de la
Comisión Europea (2003), en el capítulo titulado
¿Pueden ser expansivas las consolidaciones fiscales? señalan:
Si los agentes son previsores y racionales en la formación de
expectativas, anticiparán que un recorte impositivo presente,
financiado por deuda gubernamental, se traduce en crecien-
tes impuestos futuros. Adicionalmente, si la intervención del
gobierno no está distorsionada, los mercados de capital son
perfectos, y los consumidores viven suficiente tiempo, la tal
equivalencia ricardiana debe mantenerse, o sea, ni el ingreso
permanente ni el consumo se verá modificado por la política
fiscal. Bajo estas circunstancias abstractas, el multiplicador
fiscal será igual a cero, porque la mayor parte de los ahorros
gubernamentales, obtenidos a través de consolidaciones fis-
cales, serán compensados por una reducción equivalente de los
ahorros privados (European Commission, 2003: 140).

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