Derecho Nacional
| Autor | Dra. Luz María Elena Ayala Ensuastegui |
| Cargo del Autor | Doctora en Derecho, maestra en Derecho Constitucional y maestra en Derecho Fiscal y Administrativo, por el Centro Universitario de Estudios Jurídicos (CUEJ) |
| Páginas | 183-262 |
279 Daniel Cosío Villegas,
Historia Mínima de México
, El Colegio de México, México, 1998, PP. 78-ss
9.1 INDEPENDENCIA
Hacía el año de 1740 y después de doscientos años de dependencia con el
Imperio Español, la Nueva España presentó una serie de cambios, los cuales
quedan registrados en el Siglo de las Luces o la Ilustración, abarcó desde el perio-
do del reinado de Fernando VI rey de España y hasta Carlos IV y Fernando VII,
como virreyes, desde Francisco de Güemes (Conde de Revillagigedo) y hasta
José de Iturrigaray, periodo que queda comprendido de 1746 hasta 1808.279
Para estas fechas los criollos, mestizos, indígenas, negros, mulatos y demás
castas que habitaban en la Nueva España, quienes a raíz de la Independen-
cia, se hicieron llamar mexicanos, durante el siglo XVIII, acoplados a una
sociedad totalmente plural.
Se dedicaron a imitar las actitudes de los españoles que arribaron durante el
siglo XVI, desde la adquisición de modales renados, hasta la vestimenta y
los atuendos, claro está que estos eran confeccionados con telas más baratas
como el lino, la manta teñida y encajes hechos ya en la Nueva España, los
sombreros adornados con imaginación extraordinaria, que de verdad logra-
ban asemejar a los ostentosos sobreros de paño y seda o tafetán francés.
En 1721 por n se logra someter a los indios nayaritas y se aanza el territo-
rio de Texas, poco tiempo después Don José de Escandón conquista Nuevo
Santander hoy Tamaulipas, se organizan expediciones para las zonas coste-
ras del Pacíco para ganarle la carrera a Rusia que venía llegando desde y
por Alaska en busca de territorios para conquistar.
Gracias a estas expediciones se logró duplicar el territorio de la Nueva
España, razón que permitió lograr un país con más de cuatro millones de
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280 ídem
281 ídem
kilómetros cuadrados, siendo el más grande de toda la América Hispánica, y
el segundo de todas las Américas solo menor que Brasil.280
Desgraciadamente con la llegada del siglo de las luces siguió el azote de las
epidemias y las hubo mortíferas (1735-1737) causando un millón de muertos
en aquel siglo.
Socialmente la composición de la población estaba más animada a prosperar,
gracias a la expansión del territorio colonial sirvió para tener mayor auencia
de españoles pobres, para 1800 los criollos ya eran un millón, por lo menos la
mitad vivían en las grandes ciudades, gracias a ellos se debe el crecimiento
urbano de la Nueva España y posteriormente de México.
La industria textil se activó enormemente en los estados de Puebla, Guadala-
jara, Querétaro, Valladolid y Oaxaca. La actividad de loza y el hierro forjado
crecieron y mejoraron enormemente.281
Bajo las condiciones anteriores inicia la transición hacia la independencia de
un nuevo país, realmente se aprovechó en gran parte la situación de guerra
con Francia por la que atravesaba España, además otras circunstancias fueron
vitales pues contribuyeron a la Independencia, no solo de México sino de la
mayor parte de Centro y Suramérica, tales factores fueron: el rencor de los
instruidos y prósperos criollos hacia el monopolio del poder político que el
español ostentaba, (recordemos que ellos no podían ocupar cargos públicos en
el gobierno y sus instancias).
El ejemplo que puso Estados Unidos de Norteamérica al lograr su independen-
cia de Inglaterra y aún más la revolución que realizaron los esclavos negros y
que sirvió para que Haití obtuviera su independencia de Francia, la Revolución
del conocimiento en el siglo de la luces con Voltaire, Montesquieu Rousseau, etc.
LUZ MARÍA ELENA AYALA ENSUASTEGUI
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282 Floris Margadant S. Guillermo,
Introducción a la Historia del Derecho Mexicano
, Esnge, México, 2012 P139
283 Ibídem p140
Las ideas sobre la revolución francesa que tanta inuencia provocaron en la
Nueva España, la labor de la masonería y las tareas e ideas de los judíos, la
sublevación contra la política de Madrid por causa de los variados cultos y la
fuerte inuencia de los jesuitas y jesuitas exiliados o expulsados, el excesivo
gasto que España hacia por asuntos bélicos y que tenía que soportar, fueron
la principal situación que impedía que Nueva España tuviera el gran auge
que podría tener gracias al incremento de su economía. (Al respecto el gran
Humboldt, opinó).282
Es a partir de 1808 que muchos criollos de la Nueva España pensaron que el
momento era el óptimo para lograr la independencia y terminar de una vez por
todas con la discriminación de la que eran objeto por parte de los españoles.
Es gracias al ayuntamiento de México que toma la iniciativa al disfrazar la
verdadera idea e intención como una manifestación de lealtad a Fernando
VII, externándole que ya que había abdicado al trono bajo la presión de Na-
poleón Bonaparte (pero que México hacía como que no sabía de ello), se
solidarizaban a su entorno y para proteger a España y sus colonias, sería
bueno quedara bajo la tutela del pueblo de manera provisional la soberanía
de la Nueva España.283
Con Iturrigaray al mando, quien fungió de manera provisional como repre-
sentante del Rey en la Nueva España o al menos eso es lo que de forma
momentánea se hizo, resultó verdaderamente confuso, pues si los ibéricos
ganaban la batalla, era la derrota de él, por ello, éstos lo suben a un navío con
destino a España, lo que no resultó positivo, pues por una parte los criollos
ricos y los poderosos peninsulares se confrontaron y solo sirvió para prepa-
rar el terreno a los mestizos e indios que al lado de Hidalgo iniciaron la emo-
tiva gesta de independencia de 1810, en donde no hubo tal independencia
pero si un grito de ¡Viva Fernando VII! (personaje al que no se le conocía a la
perfección pero se le había idealizado).
Existieron diferentes intereses en esta lucha, lo que con el tiempo dejó hue-
llas con marcadas tendencias políticas, traiciones, intereses personales, con-
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