La propiedad, el trabajo y el comercio

AutorDra. Luz María Elena Ayala Ensuastegui
Cargo del AutorDoctora en Derecho, maestra en Derecho Constitucional y maestra en Derecho Fiscal y Administrativo, por el Centro Universitario de Estudios Jurídicos (CUEJ)
Páginas159-181
231 Mayorga Fernando consultado el (1 set 2018) http://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/nume-
ro-149/la-propiedad-de-tierras-en-la-colonia prf 5
232 Ibídem prf 3
233 Ibídem prf 2
8.1 LA PROPIEDAD
Recién instaurada la Colonia, la Corona española, se dio a la tarea de orga-
nizar la propiedad de la tierra denominada realenga (aquellos territorios que
pertenecían a la autoridad del rey), por medio de la forma más común y co-
nocida que tenían para hacerlo que era la merced, estas eran las tierras dona-
das por el rey (donación graciosa) y posteriormente por medio de pago, eran
entregadas a través de un título otorgado hacía un particular o a un pueblo
en especíco.231
Estos títulos de propiedad se otorgaban al mismo tiempo que la encomienda
(recordemos que la encomienda era la entrega tierras y de un grupo de indí-
genas a un español para que les proporcionara “protección, educación y evan-
gelización” a cambio de cobrar un tributo, ya que el deber de los encomenderos
era precisamente el instruir al indígena tanto en la fe católica como crearles
hábitos de buenas costumbres).232
El Reparto de tierras por merced se llevaba a cabo, durante el tiempo que tarda-
ra en conformarse una nueva población, o en medida de las necesidades que lo
fuesen requiriendo los interesados en solicitarlo. Así mismo los conquistadores,
virreyes, gobernadores, audiencias y cabildos tuvieron facultades para conce-
der a nombre del Rey la merced real, estos tenían que otorgar una conrmación
real, la cual quedó asentada en la Recopilación de 1680, que lo exige para las tie-
rras dadas o, incluso de aquellas tierras vendidas por las autoridades locales.233
Estas conrmaciones no siempre llegaban a tiempo, con lo cual se generó el
problema de tardanzas y gastos que ocasionaba el envío de los testimonios
que los mismos habitantes de las indias promovían, solían llenarse de temor
LA PROPIEDAD, EL TRABAJO Y
EL COMERCIO
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HISTORIA DEL DERECHO EN MÉXICO
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LA PROPIEDAD, EL TRABAJO Y EL COMERCIO
234 Ibídem prf 7
235 Ibídem prf 3
236 Ídem
y abandonar la regularización de sus tierras, lo que ocasionaba que prerie-
ran quedarse con su viejo título sin regularizar.
Fue hasta el año de 1754 cuando se derogó la exigencia de tener que acudir
a la Corte, creándose un trámite más fácil de realizar al autorizar a las au-
diencias para consignar conrmaciones.234
Este sistema operaba de la siguiente forma, el beneciario de una merced
podía ser cualquier vasallo español, indio o negro libre y en la solicitud se
alegaban servicios prestados a la Corona, personal o para los hijos, posterior-
mente se invocaba la responsabilidad de tener una familia (la carga) tenien-
do la calidad conrmada de “vecino” o que se tuviera conocimiento de ser
una persona honrada.235
La extensión o tamaño de la tierra que se concedía era variable, pero se
seguía utilizando el mismo procedimiento empleado durante la reconquista
de España, que condicionaba al recibimiento de recompensas diferenciadas
dependiendo la forma en que se hubiera combatido, es decir, si el solicitante
había combatido a pie o en caballo, lo que originó en los primeros años de
repartimiento de tierra que las porciones en las Indias se clasicaron en ca-
ballerías y peonías.
Pese a que existieron disposiciones para jar las medidas de tierras entre
unas y otras, realmente ya en la práctica se otorgaban con base en el cri-
terio de quienes hacían el reparto, sin importar que tan accidentado estu-
viese el terreno repartiéndose como mejor les pareciera en algunas zo-
nas, olvidándose de las condiciones prevalecientes de los habitantes.236
Existió el término “vecindad” el cual consistía en generar arraigo al bene-
ciario de la tierra, por ello era considerado como una obligación que éste no
podía ni debía deshacerse de la tierra entregada para evitar el factor de espe-
culación y debía residir durante un tiempo mínimo en dicho lugar.

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