Vulnerabilidad económica y política fiscal. La crisis que viene

AutorHilario Barcelata Chávez
Páginas314-315
La Economía Mexicana. Crisis y reforma.
.
Hilario Barcelata Chávez
314
necesidad de producir más petróleo, por cada barril extra que se producía se obtenían
1,570 pies cúbicos de gas que tenían que quemarse en la atmósfera. Por supuesto, el
problema no es que las reservas de gas se hayan agotado con una política tan
irracional como ésta. El real problema es que aún se lleva a cabo esta práctica debido
a que PEMEX no ha incrementado su capacidad de aprovechamiento de gas natural al
ritmo que se ha incrementado su capacidad productiva de petróleo. Aún hoy, con los
precios del gas tan altos, se siguen quemando millones de pies cúbicos diarios debido
a una política inexplicable por parte de la empresa pública más grande del país.
Como resultado del incremento del precio, la situación para los consumidores del gas
se volvió crítica, no sólo para las familias, sino también, para la industria, el trasporte
vehicular, el sector eléctrico y el mismo sector petrolero. Por tal motivo PEMEX acordó
congelar el precio en 4 dólares, nivel al que se mantendrá independientemente de los
vaivenes que tenga en los mercados internacionales.
Por el momento la crisis ha sido desactivada, aunque de todos modos el precio ya no
va a bajar al nivel que tuvo antes.
El problema central, sin embargo, sigue sin resolverse. Hay que incrementar la
capacidad productiva de PEMEX. Sólo se requiere invertir en la tecnología necesaria
puesto que la materia prima ya existe y, como dije antes, hasta se quema por no poder
aprovecharla.
Claro, en esto tiene que ver el hecho de que PEMEX se encuentra sujeto a un régimen
fiscal que prácticamente le hace entregar todas su utilidades al fisco, a través de pagos
de impuestos y derechos, lo cual debe resolverse, porque de otro modo seguiremos
viviendo más crisis productivas.
VULNERABILIDAD ECONÓMICA Y POLÍTICA FISCAL. LA CRISIS QUE
VIENE 12 de mayo de 2001
El reconocimiento oficial de la disminución del ritmo de crecimiento de la economía
nacional y el recorte al presupuesto público, demuestran la incapacidad del actual
gobierno para proponer una estrategia de desarrollo distinta, en la que se reconstituya
y fortalezca la estructura productiva interna para enfrentar los vaivenes de la economía
mundial sin poner en riesgo, a cada momento, la viabilidad del país. Y, desde luego,
evidencia también, su incapacidad para pensar en políticas alternativas frente a los
cambios coyunturales de los mercados mundiales.
Efectivamente, el menor crecimiento que tendrá nuestra economía es producto de la
desaceleración de la economía de Estados Unidos. En la medida que ese país
disminuye su demanda de exportaciones mexicanas, éstas se reducen y como éstas
constituyen el eje de la expansión económica mexicana, necesariamente su
disminución impacta de manera muy importante al interior del país.
Aparentemente este argumento anula la responsabilidad de cualquier autoridad
mexicana respecto a la caída que experimenta el crecimiento económico. Sin embargo,
el que la desaceleración mundial tenga tal efecto sobre la economía nacional es
resultado del modelo maquilador-exportador que se creó en México desde los
ochentas y que orientó una industrialización hacia fuera, con una planta productiva sin
integración hacia el interior de la economía y que, por tanto, no ayudó al desarrollo
industrial nacional. Por eso, hoy, como a principios del siglo pasado, en los peores días
del dominio de los enclaves productivos, la economía mexicana sigue dependiendo, de
modo excesivamente riesgoso, de lo que pasa en el mundo.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR