Pino Suárez

AutorSalvador Azuela
Páginas105-108
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El grupo má s valioso, en el orden moral , de la últim a época de la histor ia
de México, es el de los maderista s. A ellos sí se les puede estima r como
una verdadera generac ión. Fueron nobles, probos y soñadores. Combatie-
ron de un modo abnegado al soporta r todos los sacri ficios, por redim ir a
nuestro pueblo. El ensueño de la libert ad y la democracia movió sus vo -
luntades quijotesca s. Ahora, natu ralment e, se les juzga a través de la
actitud peyorat iva del utilit arismo pa ra los quimer istas, que entran a l a si-
niestra encrucijada de la p olítica mex icana, c on la ingenuidad de u n niño.
Pese a su afán de perm anecer en segu ndo térmi no, Pino Suáre z, el gran
calum niado, descuella entre sus contemporá neos. El retrato del már tir repre-
senta su mejor defensa. Mirada l a suya empapada de ternur a, llena de bon-
dad, propia de poeta, m ístico o vision ario. En la épica cont ienda del civismo,
que es la aventura que don Fra ncisco I. Madero encab eza, su compañero de
tragedi a pone el entusiasmo y la sensibi lidad lí rica de un temper amento
tropic al.
No obstante haber nacido en Tenosique, Tabasco, Pi no Suárez se sen-
tirá siempre y ucateco. Sus estudios los h ace en Yucatán. Al lí forma u na
famil ia, a la que consag ra los desvelos del padre y esposo ejemplar. Las
aptitudes de periodi sta de combate que lleva consi go despiertan, du rante
su permanencia en Mér ida, en la hora de la juventud que anhela reform ar
el mundo, hasta que los acontecim ientos lo conducen a ponerse al lado de
Madero.
Pino Suárez
Salvador Azuela

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