Peña Nieto amenazó con expulsar de México a la ONUDH

AutorGloria Leticia Díaz

Después de tres años y medio de estar al frente de la oficina en México de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONUDH), Jan Jarab dejará el país el próximo domingo 24 con la convicción de que "la inmensa montaña de desafíos" en esa materia aún no se supera, pese a los avances registrados, sobre todo en el campo legislativo.

Con la representatividad de la oficina regional ONUDH en Santiago de Chile en puerta, Jarab hace un recuento de su gestión en México, a donde llegó en un ambiente convulso tras la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en septiembre de 2014.

En aquel entonces dijo que se abocaría a "documentar, para conocer de primera mano lo que está pasando, estar al lado de las víctimas y tener un rol público", sin dejar de lado el aspecto diplomático que implica informar al Estado de sus conclusiones.

En entrevista con Proceso en su oficina, Jarab narra cómo esa postura, definida en los primeros días de su encargo en México, se convirtió en una "fuente de tensiones" con el gobierno de Enrique Peña Nieto, sobre todo en la documentación de los abusos cometidos para imponer la mal llamada "verdad histórica".

En junio de 2016, antes de dejar Bélgica, donde se encuentra la oficina regional europea de la ONUDH, Jarab vio en un noticiario televisivo la represión contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Esas imágenes lo alertaron de que "las cosas terminarían mal", situación que confirmó el 19 de ese mes, con "la tragedia de Nochixtlán".

Para Jarab, la represión en Oaxaca "fue la primera prueba de fuego" porque con seis días al frente de la ONUDH decidió enviar una misión de documentación y emitió un comunicado en el que exhortaba a una investigación exhaustiva de los hechos.

La presencia de personal de la ONUDH en Nochixtlán, "en cierta manera sí determinó la manera de actuar de la oficina en estos tres años y medio, la decisión de tener un rol activo, una postura que intentamos mantener, aunque con el gobierno anterior esto fue fuente de tensiones", apunta.

Jarab, de 53 años, médico, escritor y traductor, desde hace 20 años se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos primero en su país de origen, República Checa, y después en la ONU.

En medio de la crisis de derechos humanos de México, la presencia pública del personal de la ONUDH se hizo más notoria en los últimos tres años y medio, particularmente en movilizaciones de familiares de desaparecidos, en las que funcionarios de la...

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