La necesidad del diseño curricular en la enseñanza del derecho

AutorRebeca Elizabeth Contreras López
CargoInvestigadora nacional. Profesora de Derecho penal en la Universidad de Xalapa y en la Universidad Veracruzana

Investigadora nacional. Profesora de Derecho penal en la Universidad de Xalapa y en la Universidad Veracruzana. Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana.

Agradezco la colaboración de Eunice Hid Cadena y María del Carmen González Ceja en la elaboración de este material.

Introducción

En la revisión permanente de planes y programas de estudio es indispensable utilizar elementos mínimos para que el diseño curricular se aborde como un proceso en el que cada aspecto se va encadenando al siguiente y todos ellos, responden a una visión compartida de la enseñanza del derecho y sus fines. Esto es aún más apremiante cuando se promueve la adopción de un nuevo modelo educativo que pretende erradicar vicios ancestrales y formar un estudiante reflexivo, autodidacta y capaz de tomar decisiones respecto de su propio proceso de enseñanza.

En esta visión el profesor deja de ser tal y se convierte en un gestor del aprendizaje que guía pero no impone y que posee la apertura suficiente para la discusión de iguales con todos los actores del proceso educativo. Para lograr ello, uno de los aspectos esenciales es la elaboración de programas curriculares que definan claramente objetivos, estrategias y finales del proceso. Por ello, en este artículo me ocupo de los elementos mínimos que deben estar presentes en el diseño curricular de cualquier área del conocimiento.

1. Definición conceptual

El diseño curricular lo entiendo como un plan que norma y conduce, explicativamente, un proceso concreto y determinado de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en una institución educativa. El curriculum es un conjunto interrelacionado de conceptos, posiciones y normas, estructurado en forma anticipada a acciones que se quiere organizar. Es una construcción conceptual destinada a conducir acciones, y de ella se desprenden evidencias que hacen posible introducir ajustes o modificaciones al plan1.

Por ello, para abordar los aspectos que conforman el diseño curricular, es necesario definir, previamente, los siguientes conceptos2:

Curriculum. Es el conjunto integrado de los elementos que permiten decidir qué aspectos habrán de ser abordados en cada ciclo escolar. Los supuestos de partida, las metas que se desea lograr, los pasos que se dan para alcanzarlas; el conjunto de conocimientos, habilidades, actividades que se considera importante trabajar en la escuela año tras año. Y por supuesto la razón de cada una de esas elecciones.

Programa. Es un documento oficial, generalmente revisado y aprobado por la instancia educativa competente, en el que se indican el conjunto de contenidos, objetivos, etc. a desarrollar en un determinado nivel. Es por ello, que no podemos perder de vista que el programa es el conjunto de prescripciones oficiales en relación a la enseñanza que son autorizadas por el poder central.

Programación. Se refiere al proyecto educativo-didáctico específico que cada profesor desarrolla para un grupo de alumnos en particular.

Así encontramos que existen tres formas de conceptuar el currículo: como producto, como proceso o como práctica social o educativa. Al respecto, Ruiz Larraguivel explica:

*El currículo como producto, es un documento escrito que contiene como elementos mínimos los fines y propósitos educativos, una selección y organización de contenidos, las tareas académicas a realizar y un sistema de evaluación. En síntesis, el currículo es el producto resultante de un proceso de planeación3.

*El currículo como proceso, fortalece el interés de profundizar en los factores contextuales subyacentes en el modelo curricular propuesto, se establece que el currículo no puede seguir reduciéndose al plan y sus componentes estructurales, sino que el currículo debe ser un componente dinámico, continuo y participativo y que no se acabe en el diseño del plan, sino que abarque su puesta en marcha. (La relación que existe entre lo que sucede en el aula y las normas y lineamientos del plan curricular). Concebir al currículum como proceso requiere del análisis profundo del contexto social, económico político y educativo; por ello se pretende explicar y cuestionar los factores de carácter ideológico, social y político que dieron lugar a la derivación de un determinado proyecto curricular4.

*El currículo como práctica social y educativa. El currículo en su modalidad de plan, (de documento escrito), y su aplicación en la realidad escolar genera efectos en las relaciones dentro del aula. La combinación de los lineamientos normativos que se expresan en el plan con el conjunto de valores, intereses, expectativas y actitudes que sostiene el maestro y los alumnos, durante la enseñanza, matiza la formación profesional. El currículum se define como una práctica social, política y educativa presente incluso en el diseño del propio modelo curricular, en su aplicación en la vida académica de la escuela, y en su evaluación, siempre bajo una perspectiva...

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