Manuel Alcántara Sáez y Porfirio Cardona-Restrepo (Coords. académicos). Dilemas de la representación democrática, Bogotá, Colombia, Universidad Bolivariana/Tirant Lo Blanch, 2020, 404 pp.
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Autor | Mónica Montaño Reyes |
Cargo | Doctora en Ciencia Política por el Istituto Italiano di Scienze Umane |
Páginas | 394-397 |
[ 1 ]
Perfiles Latinoamericanos, 30(60) | 2022 | e-ISSN: 2309-4982
: dx.doi.org/10.18504/pl3060-016-2022
Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial
(CC BY-NC) 4.0 Internacional
* Doctora en Ciencia Política por el Istituto Italiano di Scienze Umane. Profesora en el Departamento
de Estudios Políticos, Universidad de Guadalajara (México) | monica.montano@academicos.udg.mx
https://orcid.org/0000-0003-0953-9881
Manuel Alcántara Sáez y Porfirio Cardona-Restrepo
(Coords. académicos). Dilemas de la representación
democrática, Bogotá, Colombia, Universidad
Bolivariana/Tirant Lo Blanch, 2020, 404 pp.
Reseña por Mónica Montaño Reyes*
El libro de Alcántara Sáez y Cardona-Restrepo llena un vacío en la litera-
tura sobre la representación después de muchos años del clásico Democracy,
accountability and representation, de Przeworski, Stokes y Manin que, a finales
de la década de 1990, colocaba en el debate el tema de la representación en
la democracia. Más destacado porque Dilemas de la representación democrática
abarca el contexto latinoamericano y sus aportes al complejo ejercicio de la
representación: fallas del neoliberalismo, crisis del Estado de derecho o Es-
tado fallido, populismo y crimen organizado. Después de la obra de Hannah
Pitkin de 1957 que nos mostró cómo llevar a cabo la operacionalización de la
noción de representación, el libro de Alcántara y Cardona-Restrepo nos per-
mite revisitar algunos conceptos dados y construidos por las vivencias políticas
de los siglos y para preguntarnos en pleno siglo ¿qué ha cambiado?
Más aún, ¿qué sigue sin cambiar?
Lo que cambió fue el público, en primer lugar. Alcántara y Cardona-Res-
trepo eligen como punto de partida la atomización que vive la sociedad —en
una realidad dominada por los teléfonos inteligentes y las redes sociales— para
entender al público, al ciudadano y al votante, cada vez más aislados de la co-
lectividad, pero conectados y expuestos a la llamada posverdad. Incluso en uno
de los capítulos se afirma que el Internet y las redes sociales han superado a la
televisión en cuanto a la influencia negativa en la construcción de ciudadanía.
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