Federico Gertz Manero

Páginas63-63
63
El Mundo del Abogado / Noviembre 2015
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Federico Gertz Manero
Obituario
Corrían los primeros años de la década de los cincuenta, cuando ambos iniciábamos la carrera de Derecho en las viejas
aulas de la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Allí nació nuestra amistad, que ha perdurado por muchas décadas. Amigo entrañable, jurista extraordinario, con
una disciplina intelectual poco común, que me hizo disfrutar de aquellas charlas de juventud estudiantil.
Al terminar la carrera te propuse optar para una beca para estudiar el posgrado en España, considerando que si
alguien tenía méritos más que sobrados para ello eras tú.
Afortunadamente ambos tuvimos la oportunidad de convivir un par de años más, no sólo como estudiantes de Dere-
cho sino también explorando pueblos y culturas diferentes y, lo mejor de todo, acompañado de gente valiosa con quien
pudimos cambiar impresiones.
Como corolario de aquellos días inolvidables, quedamos emplazados para realizar una vuelta al mundo, no en 80, sino
en 180 días, y lo logramos. Gracias por tu compañía, por tus comentarios y por tu apoyo en esa época entrañable.
Doctor, como afectuosamente siempre te llamé, dejaste huella en tus amigos y seguramente en muchas personas y,
más aún, fuiste ejemplo de varias generaciones.
Sólo me resta dejar clara mi admiración de tu semántica por el término “amistad”, que implicó desinterés, ayuda
incondicional, franqueza y honestidad, que siempre te caracterizaron.
También admiré siempre que, a pesar de que en múltiples ocasiones caminábamos por el mismo sendero, eso no fue
motivo de rivalidades mezquinas ni de golpes bajos sino, al contrario, de la búsqueda de la forma de ayudar al amigo y
tenderle la mano en todo lo posible.
Gracias por haberme honrado con tu amistad. Deseo que Dios te tenga en su gloria.
¡Nos vemos pronto, doctor! u

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