Europa sigue dando dolores de cabeza

Una buena parte de los países de la comunidad europea ha sufrido dos grandes flagelos derivados de excesos durante la época de bonanza: un alto endeudamiento público y fuertes desequilibrios fiscales. Estos fenómenos han resultado ser perversos por sí solos, pero las consecuencias económicas son aún más desastrosas, ya que la forma de combatirlos es por medio de mayores impuestos y recortes en la inversión pública, lo que, en una palabra, significa: recesión.

En las décadas de los setenta y ochenta, los países latinoamericanos, incluido México, sufrieron de estos males y su efecto regresivo en materia de progreso económico; ahora es el turno de Europa en donde el incremento del riesgo soberano ha puesto en entredicho la verdadera capacidad de recuperación de la mayor parte de los países periféricos de la Zona Euro.

En los primeros meses de 2010 se presentó una primera llamada de atención con Grecia que en 2009 registró un déficit fiscal de 15.4% como proporción del PIB, lo cual los obligó a instrumentar un drástico plan de austeridad que ocasionaría una contracción económica de 4% en 2010. Más adelante, surgió Irlanda con un desequilibrio fiscal que ronda 20% del PIB, y que puso a este país en una situación de insolvencia.

Estas economías son pequeñas y su integración comercial con el mundo es insignificante, sin embargo, su posible colapso originó una gran preocupación en los mercados financieros. El impacto global de estos tropiezos está relacionado con la gran concentración de la deuda de estos países en la propia Zona Euro. Alrededor de 60% de la deuda de Portugal, Irlanda, Grecia y España está concentrada en los países europeos, de forma tal que un default en el pago de la deuda de algunos de estos países terminará por convertirse en un efecto dominó que impactará en toda la banca europea y al aún endeble sistema financiero internacional.

En este sentido, hay que tener presente que dos bancos ingleses, un danés, cuatro franceses y un portugués ocupan los primeros lugares dentro de la lista de instituciones con mayor exposición a bonos irlandeses. Dentro de estos, el Royal Bank of Scotland es el más vulnerable con una exposición de 5,065 millones de euros (me), seguido por el banco francés Credit Agricole con 929 md y el Danske Bank de Dinamarca con 655 mme.

De esta forma, el mundo enfrenta no la crisis de un país aislado, sino la posibilidad de un riesgo sistémico que cuestiona la viabilidad de toda la Zona Euro. Esta es la razón por...

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