Ética en las escuelas de negocios
| Autor | Sylvia Meljem Enríquez de Rivera |
| Cargo | Jefa del Departamento Académico de Contabilidad del ITAM. Miembro de la Comisión de Revista del IMCP. |
| Páginas | 61-62 |
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El trabajo de investigación y presentación de la ponencia central tuvo como coordinador al C.P José Augusto Sánchez Ángeles, con la participación de los directores de las siete zonas que conforman ANFECA a escala nacional.
Las conclusiones y recomendaciones que se presentaron, dada su importancia, se trascriben textualmente a continuación:
• La formación en valores no está formalmente establecida en el diseño curricular de los planes de estudio de la casi totalidad de nuestras escuelas y facultades.
• Se aprecia una insuficiente fundamen-tación teórico-filosófica respecto a los conceptos centrales de este tema: ética, ética profesional, valores, principios y normas morales y, por ende, una definición imprecisa de estos términos.
• Hace falta institucionalizar en el ámbito de la educación universitaria, un núcleo de valores compartidos, a partir del cual se puedan agregar los valores específicos de cada carrera del área económico-administrativa.
• Los espacios pedagógicos utilizados para la educación en valores, generalmente, son los de tipo convencional, sin que se aprovechen las ventajas de otras opciones mejor orientadas hacia una "formacional" moral madura y práctica, basada en el desarrollo de las capacidades reflexivas, críticas y diálogicas y con un elevado sentido de compromiso social. La congruencia entre los valores de la institución y los valores de las carreras se establece, en la mayoría de los casos, sólo en la misión, la visión y el perfil del egreso; congruencia que sólo es de naturaleza declarativa. Falta proyectar esta congruencia en los objetivos, contenidos, estrategias de enseñanza-aprendizaje, e incluso en las modalidades de evaluación de los planes y programas de estudio de cada carrera. En la mayoría de nuestras instituciones educativas, se sigue considerando a la educación en valores como un espacio educativo más, expresado en unas cuantas asignaturas que, generalmente, corresponden al área básica o humanística, o que son de naturaleza optativa. Consecuentemente, la educación moral o en valores no tiene un carácter transversal u holístico que permee todos los elementos curriculares del plan de estudios. Son mínimas las propuestas relacionadas con el diseño y la aplicación de estrategias y técnicas para el desarrollo de valores; además, se aprecia la falta de referencia a otras estrategias que son dePage 62gran importancia para el desarrollo de las...
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