La deuda que enfrentará el nuevo gobierno

AutorMario Di Costanzo A.
Cargo del AutorConsultor económico.
Páginas77-97
La deuda que enfrentará el nuevo gobierno
Mario Di Costanzo A.*
De acuerdo con el informe sobre la Situación de la Finanzas Públicas, al primer trimestre del 2006, la
deuda neta del sector público ascendió a 3 billones 291 mil 584 millones de pesos, esta cifra represen-
ta 39.6% del PIB, y signifi ca que de cada peso que se genera en la economía, 40 centavos se deben.
Cabe mencionar que la deuda neta total se ha incrementado durante la presente administración
en 973 384 mdp, lo que signifi ca que en el año 2000 cada mexicano debía al nacer 23 776.4 pesos y
para el primer trimestre del 2006, la deuda de cada mexicano es de 30 601 pesos, por lo que la deuda
per capita de los mexicanos se ha incrementado en 6 824.7 pesos, a pesar de que paradójicamente
durante los últimos seis años la economía mexicana obtuvo ingresos petroleros excedentes por casi
200 mil millones de pesos.
Es pertinente mencionar, que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su
artículo 73 fracción VIII, establece claramente como una facultad exclusiva del Congreso la de sentar las
bases sobre las cuales el Ejecutivo federal puede celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación.
El mismo ordenamiento establece que es el Congreso de la Unión el único poder facultado para
aprobar la deuda pública, para reconocerla y por lo tanto para mandar pagar la deuda nacional.
De esta manera y con el objeto de regular la aplicación de este mandato constitucional el 31 de
diciembre de 1976 se publicó la Ley General de Deuda Pública donde entre otros señalamientos se plas-
ma claramente el papel que juega tanto el Congreso como el Ejecutivo federal en materia de deuda
pública.
Sin embargo a pesar de lo anterior el 21 de diciembre de 1995 se llevaron a cabo modifi caciones a
la Ley General de Deuda Pública estableciendo un nuevo concepto denominado “deuda contingente” o
“pasivos indirectos”; esta sutil, pero signifi cativa modifi cación ha provocado que el Ejecutivo federal haya
intentado “eludir“ el papel del Congreso de la Unión en la aprobación del endeudamiento de la nación.
Bajo la modalidad del término de “pasivos contingentes” se han llevado a cabo operaciones que
han endeudado a la economía sin estricto apego al cumplimiento del mandato constitucional.
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* Consultor económico.
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Desafortunadamente la mayoría de este endeudamiento ha sido contraído con el único objeto
de rescatar a grandes inversionistas y grandes deudores como lo fue el rescate bancario, el carretero
y el de la banca de desarrollo.
En otra de sus modalidades, el concepto de “pasivos contingentes” ha servido para permitir la
inversión extranjera en sectores reservados exclusivamente al Estado mexicano paralelamente el en-
deudamiento de la nación, a través de los multicitados Proyectos de Inversión con Impacto Diferido
en el Gasto Público (Pidiregas).
De hecho tal parece que el término “contingente” en nuestro país se ha asociado al ocultamien-
to de información, a la falta de transparencia y a la carencia absoluta de rendición de cuentas.
Para ello sólo basta mencionar que de acuerdo a los informes sobre la situación económica y de
las fi nanzas públicas y la deuda pública que elabora la SHCP, al mes de marzo del 2006 la deuda con-
tingente o no presupuestaria ascendió a 1 billón 514 mil 206 millones de pesos, cifra que representa
46% de la deuda total y son obligaciones de pago defi nidas como “pasivos contingentes” los cuales
no han contado con la aprobación explícita del Congreso.
Este manejo discrecional del endeudamiento público por parte del Ejecutivo federal, ha sido
facilitado por el contenido del artículo primero de la Ley General de Deuda Pública, ya que actual-
mente defi ne como deuda pública a las obligaciones de pasivo, directas o contingentes derivadas de
nanciamientos y a cargo de las entidades públicas.
Así para el primer trimestre del 2006 y de acuerdo con la SHCP, la deuda interna presupuestaria,
es decir la deuda directa “ofi cialmente reconocida” es de 1 billón 96 mil 229 pesos y la interna no
presupuestaria o “contingente” (rescate carretero, IPAB, Pidiregas y la banca de desarrollo) ascendió a
1 billón 104 mil 66.4 millones de pesos.
En el caso de la deuda contingente interna, destacan los pasivos del IPAB que ascendieron a
695 029.3 millones de pesos y los derivados del rescate carretero (FARAC), que ascendieron a 160 063.3
millones de pesos.
Por su parte la deuda externa directa o presupuestaria ascendió a 682,186.5 mdp y la externa
no presupuestaria o “contingente” fue de 371 259.9 millones de pesos.
Aquí destacan los pasivos externos derivados de los Pidiregas, que ascendieron a 359 567.8 mdp
y que representan 52.7 % de la deuda externa presupuestaria u ofi cial.
De esta manera, para el mes de marzo del 2006, de los 30 601 pesos que cada mexicano adeuda;
6 470 pesos son por concepto del rescate bancario, 3 486.6 pesos son originados por los Pidiregas,
1 800.9 pesos, son debido al quebranto de la banca de desarrollo, 1 519 al rescate carretero, 360
pesos se explican por los programas de apoyo a deudores.
En cuanto a la denominación de la deuda, de los 30 601 pesos que cada mexicano debe, 19 178.4
pesos se explican por la deuda interna, y 11 422.7 por la deuda externa.
En cuanto a la denominación de la deuda cada mexicano debe por la deuda directa o presupues-
taria 16 603.5 pesos y por la no presupuestaria o contingente 13 997.6 pesos.

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