Algunas consideraciones sobre el fraude procesal
| Autor | Alberto Enrique Nava Garcés |
| Cargo del Autor | Instituto Nacional de Ciencias Penales. Ciudad de México |
| Páginas | 159-174 |
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III. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
EL FRAUDE PROCESAL*
Al doctor Ricardo Franco Guzmán,
mi maestro
MEMORIA
AL UTILIZAR la frase de Hegel: “Sin pasión, nada grande puede crear-
se”, como epígrafe para su tesis de licenciatura, Delito e injusto (1950),
desde entonces por destacados penalistas como don Luis Jiménez de
Asúa, quien elaboró el prólogo a su libro La subjetividad en la ilicitud.
a Italia teniendo como destino la notable Escuela de Perfeccionamien-
to en Derecho Penal fundada por Enrico Ferri.
Al hojear nuevamente los apuntes que tomé en la clase de Derecho
penal I, mis recuerdos se remontan al verano de 1989, cuando tuve mi
de la puerta a la plataforma destinada a los profesores. Aparentaba
menos edad de la que tenía, pues era un hombre espigado. No obstan-
manera vivimos la primera impresión de estar en la cátedra del doctor
Franco Guzmán. Por única carta de presentación, nos dijo que llevaba
Derecho, algo que no revelaba gran cosa de su verdadera edad, un
misterio que nos sería aclarado diez meses después, cuando terminó
su segundo curso.
* Este artículo fue publicado en el libro Homenaje a Ricardo Franco Guzmán: 50
años de vida académica, INACIPE
EL PENALISTA160
Sus clases son el mejor recuerdo de nuestro paso por la Facultad,
pues siempre estaban cargadas de una amenidad irrepetible, que creo
comenzó desde el primer día, cuando puso las condiciones de clase: es-
le indica con una línea que une un bulto dibujado en forma horizontal
(que representaba a la víctima de un homicidio) con un bulto vertical
causal) entre los dos dibujos o, de lo contrario, el bulto vertical no era
responsable del delito de homicidio.
parte de lo que nuestros cuadernos guardaban para la posterioridad,
-
se quedó en espíritu con nosotros. Durante una conferencia, mientras
nos comentaba cómo habían sido sus inicios, el doctor Franco Guzmán
hizo un alto para rememorar a un maestro en particular: el jurista Raúl
-
es que el hecho de haber estado en su clase también resultó un acto
providencial, pues ello nos llevó a seguir un camino donde el Derecho
penal se convirtió en eje de nuestras vidas. De la vida de quien esto
homenaje.
casos fueron incrementado el interés por ahondar en el campo del De-
recho penal, lo cual es el verdadero indicador de que el maestro cumple
a cabalidad con sus objetivos como un verdadero formador de juristas.
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