Atenas dobla las manos

AutorMarco Appel

BRUSELAS.- El domingo 5, el 61% de los griegos votó contra la aplicación de un programa de recortes de 8 mil millones de euros.

Sin embargo, presionado por la desesperada situación que ahoga a la economía griega y que empuja al país fuera del euro (lo que no quiere casi 80% de la población), el jueves 9 el gobierno de Alexis Tsipras propuso un plan más severo de austeridad, por 13 mil millones de euros, el cual, al cierre de esta edición, aún tenía que ser aprobado por el Parlamento.

El plan prevé duras e impopulares medidas de ahorro, como incrementar la edad de jubilación a 67 años, aumentar el IVA, reformar el esquema de pensiones -eliminando un año antes de lo previsto (en 2019) la jubilación suplementaria para los más pobres- o incluso aumentar los impuestos a los salarios bajos, en caso de que haya déficit fiscal.

Con esa propuesta, que debe ser analizada este domingo 12 por los líderes europeos, Grecia espera conseguir un tercer préstamo de salvamento de 53 mil 500 millones de euros para los próximos tres años.

Esa inesperada decisión del gobierno de Tsipras, cuando su capacidad de negociación se percibía más sólida, reñeja la desventaja del país frente al poder del sistema financiero europeo.

Tortura financiera

"Siempre era el gobierno griego el que hacía las concesiones en la negociación, el que se acercaba a (las exigencias de la) Troika (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), sin que ella hiciera el menor movimiento hacia nosotros. Nunca discutieron sobre la deuda, su restructuración, su sustentabilidad".

Un consejero negociador del gobierno griego había expresado lo anterior al sitio francés de información Mediapart el martes 7, antes de la propuesta de Tsipras. El personaje -quien habló a condición del anonimato- narró sus puntos de vista y vivencias en los cinco meses de negociaciones que sostuvo el gobierno de Alexis Tsipras con la Troika y el Eurogrupo (los países que usan el euro como moneda única).

El negociador describió esas negociaciones como una "tortura financiera" contra los griegos.

Reveló que frente a las actitudes autoritarias europeas y las violaciones a los derechos humanos que suponían las políticas de austeridad, Atenas pensó en interponer una queja ante la Corte Europea de Justicia la semana anterior al referéndum del domingo 5.

"Hoy -afirmó- ya es muy tarde. Es una cuestión de hegemonía política e ideológica."

Explicó que, al principio, el ministro de Economía, Yanis...

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