Zacatecas. Entre la inoperancia del gobierno y el terror criminal

AutorVerónica Espinosa

ZACATECAS, ZAC.- En sus 15 primeros meses de gobierno, el priis-ta Alejandro Tello Cristerna no ha podido con la abultada deuda estatal y con la entrega de las obras heredadas de su antecesor Miguel Alonso Reyes, muchas de ellas inconclusas por falta de recursos.

Peor aún, el mandatario tiene en su contra a gran parte de sus representados, incluido el Congreso local, parte del sector empresarial, algunos agentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSP) y a la propia Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), por la creciente inseguridad y la expansión de los grupos del crimen organizado, pero particularmente por sus escasos resultados para frenar la oleada de plagios que tiene en vilo a los zacatecanos. En este lapso hubo 82 secuestros -por lo menos cinco cada semana-, según las demandas presentadas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que encabeza Francisco Murillo Ruiseco.

La incidencia criminal es demoledora en Zacatecas, sobre todo en su capital. De septiembre de 2016 -cuando inició la administración de Tello-a diciembre siguiente hubo 18 denuncias de secuestro -4.5 por mes-. Y durante este 2017 la situación escaló a un promedio de siete por mes, si bien en agosto la cifra negra llegó a ocho.

De los plagiados, según Murillo Ruise-co, 64 fueron liberados y 12 fueron asesinados; de los otros seis casos admite no tener los datos porque perdió el contacto con los familiares de las víctimas.

-¿En cuántos de los casos se pagó rescate? -se le pregunta al procurador Murillo.

-En la mayoría.

Según las cifras de la dependencia registradas hasta noviembre pasado, Zacatecas ocupa el primer lugar nacional en tasa de secuestros: 0.469 por cada 100 mil habitantes, contra 0.137 de la media nacional.

En los últimos cinco años se han presentado 243 denuncias por este delito; 48 por cada año, en promedio. Las víctimas incluyen lo mismo a exfuncionarios que a mujeres, comerciantes, ferreteros, constructores, adolescentes y estudiantes.

Durante los ocho meses que el general Froylán Carlos Cruz se desempeñó como titular de la SSP no pudo controlar la incidencia delictiva. Su inoperancia no sólo fue un fracaso rotundo en el combate al crimen organizado, sino que permitió el avance de cárteles y socavó la estructura de la Policía Estatal, sostienen los críticos del gobernador.

Ante la falta de resultados, el general Cruz -quien como comisionado de la Policía Estatal en Oaxaca estuvo involucrado en la represión del 19 de junio de 2016 en Nochixtlán, a raíz de la cual murieron ocho civiles- tuvo que dejar el cargo el 15 de junio último por instrucciones del gobernador Tello.

El jueves 14, funcionarios estatales expresaron a los...

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