Xavier Tello / Una salud sin presupuesto

AutorXavier Tello

Con la presentación, el viernes pasado, del paquete económico para el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024, financieramente hablando, el sexenio llega a su fin y en materia de salud, las cosas no pudieron haber salido peor.

En la propuesta, el presupuesto asignado a la Secretaría de Salud disminuye de $219,678 millones de pesos, a tan solo $96,990 millones. Una reducción del 55.8%.

Este recorte representa el tiro de gracia a una ya deslucida Secretaría de Salud que durante esta administración acumuló cifras y resultados bastante malos, reflejados en las muy elevadas cifras de mortalidad por pandemia y una cuestionable política de vacunación contra covid-19, de la mano de una brutal pérdida de la cobertura del esquema básico de vacunación en los niños.

Entramos en el último año de esta administración y, en medio de la peor crisis de salud en la historia, la asignación de recursos a este rubro es lamentable. Para 2022, la inversión del gobierno de México en este sector era tan solo de 2.9% del PIB, equivalente a 626 dólares por habitante; la menor entre los países de la OCDE. Peor aún, el gasto de bolsillo en México equivalía al 2.5% del PIB, uno de los más elevados en este grupo y, por mucho, el más alto a compararse contra la inversión de recursos estatales.

Para entender el contexto, el gobierno de México, tan solo para ubicarse en la media de la OCDE, debería invertir alrededor de 500 mil millones de dólares en salud, pero la sumatoria de recursos de todas las instituciones de salud del Estado, es de apenas 54 mil millones; apenas la décima parte.

Desde el inicio de su gobierno, AMLO aprendió, a la mala, que la universalización de la salud no sería (ni será) posible sin un poderoso incremento a la inversión, el cual, seguramente, implica la contribución voluntaria de los ciudadanos, como lo planteaba el Seguro Popular. Por cierto, esta contribución es obligatoria, en diferente medida, en la mayoría de los países con sistemas de salud eficientes.

En este sentido, la participación privada como parte de la cadena de proveeduría de salud es también clave, sea en forma de farmacias, servicios especializados como hemodiálisis o centros de infusión de quimioterapias y hasta cuidado de pacientes a...

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