De Watergate a Wal-Mart
| Autor | Jorge Barajas Palomo |
| Cargo | Expresidente del IMCP y del IMAI |
| Páginas | 61-61 |
61+
RENDICIÓN DE CUENTAS
De Watergate a Wal-Mart
C.P. Jorge Barajas Palomo
Expresidente del IMCP y del IM AI
A Hugo Lara Silva
In memoriam
A mediados de la déca da de 1970, no muy lejana cronológicamen-
te, el control interno se concebía como un pl an o guía para prog ra-
mar la auditorí a de estados financieros por Contadores Públ icos.
Pero las investigaciones sobre Watergate, rea lizadas con gran re-
sonancia mundi al entre 1973 y 1976, llevaron a los cuer pos legis-
lativos de los Estados Unidos a pre star mayor atención a tan elu-
sivo concepto.
Las indagator ias llevad as a cabo por el gr upo especia l de segui-
miento (Watergate Specia l Prosecutor) y por la Comisión de Valo-
res (SEC) revelaron que un buen número d e las grandes corpora-
ciones de la nación amer icana habí a pagado contribuciones
políticas ileg ales a sus representa ntes, extendiendo ademá s sus
sobornos a direct ivos gubernamenta les en otros muchos países.
En respuesta a dich as investigaciones, u n Comité del Congreso
realizó audie ncias y otros estud ios sobre esos pagos impropios
por parte de corpora ciones norteameric anas, y presentó el pro-
yecto de ley que fue promulg ada en 1977 como Foreign Corrupt
Practices Act (Ley sobre Prácticas Corr uptas en el Extranjero).
Seriamente preoc upada por estos acontecimientos que la involu-
craban o la hac ían ver, en el menos malo de los casos, como negl i-
gente u omisa ante la socied ad americana, la profesión contable
representada por el Ins tituto Americano de Contadores Públicos
Certific ados (AICPA, por sus siglas en ing lés) creó e n 1974 la Co-
misión sobre Responsabi lidades de los Auditores, mejor conocida
como Comisión Cohen por el nombre de quien la e ncabezó, y reco-
mendó que los administ radores corporativos present aran junto
con los estados fina ncieros un reporte sobre la calid ad y efectivi-
dad del control interno de sus e mpresas. Esta recomendación fue
emitida por el A ICPA en 1978 y el Instituto de Ejecutivos de Fi-
nanzas (F EI) dirigió una car ta a sus miembros en respaldo de la
misma.
Varios años después y debido a las mú ltiples fallas e n las empresas
y sus auditorías, e l Congreso america no comenzó a reali zar au-
diencias rel ativas a dich as conductas y en 1985 creó l a National
Commission on Fraudulent Financial Repor ting, bien conocida a ni-
vel mundial como Com isión Treadway, la que formuló una serie
de recomendaciones sobre control interno.
Basada en dic has recomendaciones, una f uerza de trabajo bajo los
auspicios del Committee of Sponsor ing Organi zations of the Tread-
way Commission, conocida ampl iamente después y hasta la fecha
por sus siglas COSO, cu lminó sus primeros estudios con la pro -
puesta del Marco Integ rado de Control Interno, gran prontuario
conceptual dad o a conocer a todo el orbe en el Congreso Interna-
cional de Contadores celebrad o en Nueva York en 1992, que vino
a arrojar luz c lara sobre la responsabi lidad fundame ntal de los ad-
ministradores g lobales, subrayando que en d icha estr uctura o
marco integrado tie ne un lugar preponderante el elemento ident i-
ficado como “Ambiente de Control”, el cua l ha de revelar a todos el
compromiso ético de serv ir al público con base en la integ ridad y
los valores.
Cuatro décadas son , ciertamente, desde el punto de v ista cronoló-
gico, un corto espacio de t iempo. Lo que parece estar a miles de
años-luz de todos nosotros es l a ética y el compromiso de serv ir a
nuestros semejantes como vig ilantes y promotores de la verdad.
¿Por qué Wal-Mart pudo cometer en este breve lapso t antos actos
corruptos con tal i mpunidad en México y otros paí ses latinoame-
ricanos? ¿Por qué la hipocresía y el pu ritanismo de sus dir igentes
se atreven a premiar a su e jecutivo mexicano, elev ándolo a cargos
directivos en su prop ia sede? ¿Por qué los políticos, administrado -
res y funcionar ios mexicanos son t an fácilmente cor rompidos,
pese a los controles y procesos de fisc alización establecidos en el
mismo tiempo para d izque rendirnos cuentas? ¿Cómo resarcir a
los miles de compatriot as que perdieron sus fuentes de trabajo y
sus medios de super vivencia por la s ominosas acciones de Wal-
Mart, que sig uen sucediendo todavía hoy? ¿Qué entendemos no-
sotros, los contadores públicos —y la soc iedad a la que nos debe-
mos— por Control Interno, por Gobierno Cor porativo, por
Responsabil idad Social Empresar ial, por dict amen “limpio” de los
estados fin ancieros?…
Propongo la creación de u na Comisión Cohen mexic ana que,
cuando menos, busque da r respuesta a estas preg untas, que no
son solamente mías.
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