Washington dispone y Latinoamérica pone los muertos

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- La matanza de al menos siete campesinos cocaleros por parte de la policía antinarcóticos el jueves 5 en Colombia es un episodio que ilustra cómo la creciente presión que ejerce Washington sobre América Latina para privilegiar la represión en la lucha contra las drogas, puede causar más muertes y violaciones a los derechos humanos en la región.

Así lo plantea el director del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas, de la Universidad de los Andes, Hernando Zuleta, quien dice que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marcó una vuelta a la fracasada estrategia antidrogas que pone el acento en combatir con mano dura la producción y el tráfico de estupefacientes.

"La lucha antidrogas ha generado más daño que las drogas mismas, pero habíamos ganado muchísimo en los últimos años gracias a una apertura de Estados Unidos para, al menos, discutir nuevos enfoques. Con la llegada de Trump eso cambió y estamos volviendo al viejo discurso", asegura Zuleta.

En entrevista, el doctor en economía señala que ese viraje ha significado para

Colombia una gran presión para reducir los cultivos de hoja de coca, que llegaron a 146 mil hectáreas el año pasado, 52% más que la medición realizada por la ONU en 2015.

Un estudio de Zuleta concluye que una mayor extensión de cultivos ilícitos en Colombia no necesariamente se traduce en un aumento del abastecimiento de cocaína a Estados Unidos. Sobre todo porque los decomisos de esa droga también han crecido casi en la misma proporción que los plantíos. El año pasado las incautaciones llegaron a 362 toneladas.

El académico asegura que la masacre de campesinos en el suroccidental municipio colombiano de Tumaco, la cual fue atribuida por los sobrevivientes a la policía antidrogas, está relacionada con la exigencia de Trump a Colombia para que remedie "muy rápido" el "alarmante" aumento de cultivos ilícitos porque "la epidemia de las drogas está envenenando muchas vidas de ciudadanos americanos".

Para Zuleta, "el gran problema de Colombia es la prisa para mostrar resultados a Estados Unidos. Eso puede tener efectos como el que vemos en Tumaco".

La matanza de campesinos ocurrió cuando cientos de ellos acordonaron una gran extensión de plantíos de hoja de coca para evitar que la policía antinarcóticos y el Ejército los erradicara en forma manual. Los cocaleros pedían un diálogo para que el gobierno los acogiera en un programa voluntario de sustitución de cultivos ilícitos, mediante el cual...

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