Vocación por el fraude

AutorÁlvaro Delgado

Tachado de traficante de influencias desde que era diputado federal, el senador Gustavo Madero Muñoz, presidente del Partido Acción Nacional (PAN), es un lastre más para la debilitada candi-data de su partido a la Presidencia: ahora es acusado también de fraude.

Al dirigente panista lo investiga la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por una denuncia penal en su contra debido a que una de sus empresas -Electronic Publishing, S.A. de C.V.-incumplió con una licitación convocada por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Sin embargo, la sanción derivada del incumplimiento nada más se le aplicó a la empresa de su socio en la licitación, el denunciante José González de Cossío de Rozweig, pues Madero Muñoz y otros de sus presuntos cómplices hasta hicieron desaparecer la oficina sede de la empresa en Chihuahua.

Según la averiguación previa FDF/T/ T2/011111-12 -de la que Proceso tiene copia-, la denuncia implica a familiares de Madero y a prominentes empresarios, algunos de los cuales financiaron en 2006 la campaña televisiva que comparaba a Andrés Manuel López Obrador con Hugo Chávez.

Siempre de acuerdo con la denuncia, la empresa del presidente del PAN no fue capaz de instalar la base de datos de Oracle para operar las plataformas para los aviones, por lo que tampoco se pudo aplicar el software de I Logistics, la empresa de González de Cossío. Quebrantado el contrato por la falla de Electronic Publishing, el AICM reclamó a la Afianzadora Insurgentes el pago de casi medio millón de dólares y ésta, a su vez, inició juicio sólo contra la empresa de González de Cossío -y no la de Madero- para el pago de ese monto más los intereses acumulados.

González de Cossío reclama, vía penal, que los socios de Electronic Publishing sean castigados por haberle causado un quebranto económico y porque se le ocultó que Madero era accionista y diputado federal cuando se firmó el contrato con el aeropuerto, en octubre de 2003, lo que violó el artículo 50 de la Ley de Adquisiciones.

Desde entonces todo ha sido adverso para el empresario:

En su denuncia narra que luego de frustrarse el contrato, en agosto de 2004 habló con Alexis Tron Berenguer, representante de Electronic Publishing, quien le confirmó que no sólo Madero era accionista sino otro servidor público: Marco Antonio José Alejandro Julio Herrera García.

Y como González de Cossío no pudo comunicarse con el actual presidente del PAN, buscó a Mauricio Augusto Madero Muñoz, su hermano y también accionista de Electronic Publishing, para rein-tentar la instalación del sistema y cumplir con el compromiso.

La respuesta, vía telefónica, fue una amenaza: "Me dijo que no iban a continuar y, de manera muy déspota, me dijo que hiciera lo que considerara pertinente, sólo que me cuidara con las represalias (sic)".

"Le hacían los mandados"

En la charla que tuvo con Tron Berenguer, González de Cossío le reclamó que no le hubiera informado, desde el momento de la firma del convenio, que el diputado federal Madero era accionista y que con ello se violaba la ley.

"Le comenté muy enojado que habían actuado con premeditación, alevosía y ventaja y que me habían engañado con tal de tener un beneficio económico", le espetó, según describe en la denuncia.

"También lo apercibí de que con esta serie de...

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