Vivir en la incertidumbre

AutorOlga Pellicer

Cierto que 2021 arranca con un motivo de esperanza. La existencia de la vacuna ha despertado entusiasmo. Es un gran logro de la ciencia así como un ejemplo de lo acertado de gobiernos y empresarios que brindaron el apoyo económico que se necesitaba.

Sin embargo hay diversos motivos que hacen incierto el papel de las vacunas durante el presente año. El primero, que su aparición coincide con el empeoramiento de la pandemia. En efecto, han aparecido nuevas formas del virus que parecen aún más perniciosas. Los niveles de contagio y muerte se disparan. En Gran Bretaña, uno de los países que más avanza en la vacunación es, al mismo tiempo, donde la agresividad del virus se ha profundizado. Las medidas de confinamiento han regresado con gran severidad. Su implementación será difícil dada la enorme fatiga social y el rechazo a tales medidas.

En los países con infraestructura de salud mucho menos avanzada, como la mayoría de América Latina, el proceso de vacunación de toda la población enfrenta enormes obstáculos.

La producción, almacenamiento y distribución no es tan expedita como sugieren las alegres declaraciones de los dirigentes políticos. Es una tarea que enfrenta múltiples obstáculos; entre otros, incapacidad, peligros de sabotaje, corrupción y desconfianza de sectores de la población hacia la vacuna misma.

Al mismo tiempo los niveles de contagio y muertes, que nunca han descendido significativamente, siguen requiriendo que los sectores encargados de la salud -tradicionalmente insuficientes y mal equipados- se ocupen por lo pronto de luchar contra la pandemia. Una mirada realista lleva a pensar que la vacunación del conjunto de la población, en el caso de México por ejemplo, no podrá alcanzar sus metas hasta 2022. Ojalá se logre entonces.

Los problemas de la recesión económica no tienen perspectivas de solución en el corto plazo. Numerosos estudios de los organismos económicos internacionales, como la CEPAL, el BID o el FMI, coinciden en señalar, por una parte, que América Latina es una de las regiones más golpeadas por la pandemia y sus efectos económicos. Por la otra, que llevará varios años recuperar el progreso que se había logrado en la reducción de la pobreza, en la promoción de inversiones y en el mejoramiento de los sistemas educativos.

Según cifras del FMI, América Latina no recuperará los ingresos per cápita previos a la pandemia hasta 2025, más tarde que cualquier otra región del mundo. Los motivos para ello residen...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR