Ser violento. Los orígenes de la inseguridad y la víctima cómplice de Marcelo Moriconi Bezerra
Autor | Juan Mario Solís Delgadillo |
Cargo | Universidad Autónoma de San Luis Potosí |
Páginas | 226-227 |
Revista Mexicana de Análisis Político y Administración Pública
Departamento de Gestión Pública y Departamento de Estudios Políticos y de Gobierno
Volumen III, número 2, julio-diciembre 2014
Pp. 227-228
Revista Mexicana de Análisis Político y Administración Pública. Universidad de Guanajuato.
227
Ser violento. Los orígenes de la inseguridad y la víctima cómplice, de Marcelo
Moriconi Bezerra, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2013, 237 pp.
Juan Mario Solís Delgadillo*
La obra Marcelo Moriconi es un aporte teórico con una buena dosis de evidencia em-
pírica que invita a reexionar y a re-plantear, con base en el pensamiento complejo, un
fenómeno tristemente actual para la región latinoamericana como lo es la violencia, y
su complemento, la inseguridad. Ser violento. Los orígenes de la inseguridad y la víctima
cómplice es un texto provocador que permite al lector desentraña r los orígenes del ma-
lestar social par tiendo del cuestionamiento en torno a la normalización o naturalización
de prácticas informales que trastocan la ética y la moral pública.
A lo largo de sus páginas, Morconi logra desarrollar un arg umento lógico, con buena
hilaridad y con alg una dosis de humor que llevan al lector a notar lo más evidente de lo
menos evidente: que somos los propios ciudadanos quienes a le vez somos el combustible
de nuestro propio malestar; en otras palabra s que somos nosotros mismos víctimas y cóm-
plices de la pauperización de la vida en sociedad y los pará metros de lo que es la buena vida.
El hilo conductor del trabajo, no cabe duda que tiene sólidas referencias teóricas,
aunque cabe notar la inuencia arendtiana en la construcción del argu mento. Esto es
relevante puesto que al autor ha logrado desarrollar un aporte muy origina l con clara
referencia en las sociedades latinoamericanas, aunque con especial énfa sis en Argentina
y México. De esto se desprende, por ejemplo, que Moriconi preste especial atención a
las prácticas culturales como la corrupción (en todas sus acepciones) como uno de los
orígenes que dan vida a los cuatro tipos de víctimas-cómplices que congura, a saber:
a) aquellas que lo son por miedo; b) por necesidad; c) por interés; y d) por ignorancia.
El autor logra hacer notar que lo que para los tomadores de decisiones se han consi-
derado como causas de la violencia en realidad son consecuencias, y que en el fondo, el
saber técnico no logra acertar en una adecuada estrategia contra la inseguridad porque
sus planteamientos descansa n en una secuencia lineal y simplista . De este modo, por
ejemplo, se ha extendido y popularizado que son los pobres, los jóvenes o los desemplea-
dos los portadores de la violencia; o bien que el dinero es un n en sí mismo para quien
se dedica a las actividades delictivas, cuestión que Moriconi logra desarticular cuando
sostiene que un ladrón no roba una casa para amueblar la suya, o no roba un automó-
vil para usarlo como vehículo propio, sino que estas actividades son rentables porque
generan un ingreso que permiten cubrir satisfactores, muchos de ellos aspiracionales
* Universidad Autónoma de San Lu is Potosí. Correo electrónico: juanma riosolis@gmail.com
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