Vidas lloradas y vidas no lloradas

AutorMarta Lamas

Al hablar de precariedad, Butler alude al hecho de que cualquier ser humano podría estar expuesto a la enfermedad, la indigencia, las heridas corporales, el debilitamiento y la muerte por hechos que escapan a su control. "Los seres humanos no controlamos ni podemos llegar a controlar las condiciones que determinan nuestra vida". Pero esta verdad se vive de manera diferenciada, pues las experiencias en las que los seres humanos somos más vulnerables no sólo ponen a descubierto nuestro carácter precario como individuos, sino también los fallos e injusticias de las instituciones políticas y socioeconómicas en relación a la mar-ginación social y económica. Por ejemplo, los accidentes laborales y la reducción de los servicios sociales afectan mucho más a ciertas personas que a otras, en especial a la clase trabajadora y a las personas desempleadas. Butler señala que si alguien carece de empleo es porque el sistema de economía política ha fallado, y de igual forma si hay personas sin hogar es porque previamente se ha producido un fracaso social en la organización de la vivienda de manera que sea accesible para todos.

En su trabajo sobre la guerra, la muerte y la vulnerabilidad humana, Butler establece una distinción entre "vidas lloradas" y "vidas no lloradas". Ella plantea que aunque la guerra se vive como algo inevitable, incluso a veces como algo bueno o como fuente de satisfacción moral, si estamos en contra de la guerra debemos "conocer en qué condiciones se desarrolla la guerra para así desmantelar las condiciones de su posibilidad". Butler se pregunta: "¿qué significa responder éticamente ante la violencia?", y recuerda la interpretación que hace Susan Sontag sobre las pavorosas fotografías de guerra en Regarding the Pain of Others. Según esta crítica de la cultura, esas fotos muestran verdades de manera disociada, documentan el horror pero no dan elementos para comprender la causa que provoca el horror. En ese sentido, aunque las fotos tienen la capacidad momentánea de conmovernos, les falta la coherencia narrativa que permite la comprensión. Si, como dice Sontag, la representación visual del sufrimiento se vuelve un cliché, ¿qué podemos pensar de la representación en México, del discurso mediático? Las noticias sobre las personas "levantadas", "ejecutadas", desaparecidas y las fosas con restos humanos, ya no provocan el estremecimiento que causaban hace algunos años. Ya se han vuelto un cliché más de nuestra situación. ¿Quiénes lloran...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR