Su vida y martirio, al teatro

AutorRodrigo Vera

El sacerdote Héctor Rodríguez, encargado de la puesta en escena de la obra de Luis G. Basurto, aclara de entrada:

"El objetivo de este montaje es promover la causa del padre Pro y también dar a conocer su vida. Podemos decir que será una forma de evangelizar a través del teatro, puesto que cualquier mártir es un evangelio viviente. Ese es el único propósito. No nos mueve ningún fin de lucro".

-¿Cuándo se estrenará la obra?

-En noviembre próximo, para coincidir con el aniversario de su fusilamiento, ocurrido en noviembre de 1927. Los ensayos los iniciamos el pasado mes de abril. Y estamos ensayando escena por escena.

Rodríguez indica que en el montaje participarán 25 actores, ninguno de ellos histrión profesional, pero sí con experiencia en pastorelas y otras dramatizaciones de corte religioso.

"Yo mismo interpretaré el papel del padre Pro, pues conozco muy bien la obra. Hace años participé en una representación que montamos cuando estudiaba en el seminario de Guadalupe, Zacatecas, que por cierto está muy cerca de la casa donde nació el padre Pro".

-¿Fue aquella obra una representación estudiantil?

-Sí. Y se presentó incluso en el auditorio del seminario, aunque después llevamos la obra a Colotlán, Jalisco, donde la representamos en un cine. No la montamos actores profesionales ni en un gran teatro.

-¿Y en qué teatro de Zacatecas la presentarán en noviembre próximo?

-Ahora sí aspiramos a un foro importan-te; queremos presentarla en el teatro Calderón, una joya arquitectónica e histórica de la capital del estado. Es un teatro muy elegante con 509 butacas. Se ajusta al espacio que necesitamos. Otras opciones podrían ser el teatro Ramón López Velarde o quizá el teatro del museo Felguérez, aunque este último es muy pequeño. En fin, todo depende de las pláticas que tengamos con los encargados de esos teatros. Eso lo haremos más delante.

Luis G. Basurto escribió Corona de sangre en diciembre de 1989. Un año antes, mientras realizaba la investigación histórica sobre Pro, el dramaturgo contó a este semanario sus motivos personales para abordar al personaje; siendo un niño de siete años, durante la persecución callista, su abuela lo llevaba a las misas clandestinas celebradas por el jesuíta en casas de algunas familias de la Ciudad de México. "Yo estuve muy cerca de él, viéndolo pero sin conocerlo", dijo.

Años después, Basurto conocería en un hotel de España al general Roberto Cruz, el encargado de fusilar al mártir. Cruz "me provocó un...

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