Vergüenza

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- Es chiquitito. Viste pantalón corto de color azul y una camiseta roja. Yace bocabajo sobre la arena a la orilla del mar, ahogado. Un policía turco lo mira impotente. En menos de 24 horas la foto del pequeño cadáver dio la vuelta al mundo, cubre de vergüenza a Europa y se está convirtiendo en una imagen emblemática del cruento destino de miles de inmigrantes y refugiados que huyen de las guerras, de la violencia religiosa y de la miseria.

El niño se llamaba Aylan Kurdi. Tenía tres años. A poca distancia de su cuerpo los policías encontraron también el de su hermano Galip, de cinco años, y el de su madre Rehan, también tendidos sin vida en la playa turca de Bodrum, una de las más frecuentadas del país. Sólo se salvó Abdulah Kurdi, el jefe de familia.

Los Kobani, oriundos de Damasco, vivían en la ciudad de Kobane, en la frontera de Siria con Turquía, desgarrada por las masacres perpetradas por el Estado Islámico. Según contó la hermana de Abdulah Kurdi, Teema, al periódico Ottawa Citizen, la familia llevaba varios meses en Estambul multiplicando trámites para llegar a Canadá, donde ella radica desde hace 20 años.

Teema tocó a todas las puertas. Intentó recurrir al G5 Refugee Sponsorship, una instancia administrativa especial que ofrece la posibilidad a cinco ciudadanos canadienses de juntarse para acoger a un refugiado, comprometiéndose a apoyarlo económica y psicológicamente durante un año.

Explicó Teema al Ottawa Citizen: "Varios vecinos y amigos míos se agruparon y depositaron dinero en una cuenta banca-ria. Pero jamás logramos hacerlos salir de Turquía. La oficina de la ONU se negó a ayudar a mi hermano a obtener visas de refugiados para él y su familia al tiempo que el gobierno turco rehusaba darles visas de salida del país. Fue por esa razón que acabaron tomando esa lancha...".

La familia se lanzó en una primera travesía por el Mediterráneo, pero el bote en el que viajaba fue interceptado por los guardacostas turcos.

Lo intentaron de nuevo en la noche del 1 al 2 de septiembre. Según la policía turca, dos embarcaciones salieron de dos lugares distintos de la península de Bodrum para tratar de llegar a la isla griega de Kos, que se encuentra a cinco kilómetros de las costas turcas. El viaje, que le costó 2 mil 500 euros a Abdulah Kurdi, fue breve. Las dos lanchas volcaron en aguas internacionales poco tiempo después de haber zarpado.

Contó Abdulah Kurdi a la prensa turca:

"Teníamos chalecos salvavidas pero el bote se volcó...

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