Un vendaval que trajo justicia

AutorLouisa Reynolds

CIUDAD DE GUATEMALA.- El pasa do martes 1 será recordado en la historia guatemalteca como el día en que la manifestación ciudadana venció al político más poderoso del país: tras cinco meses de protestas populares, el presidente Otto Pérez Molina, acusado de encabezar una enorme estructura de defraudación aduanera conocida como La Línea, fue desaforado por el Congreso, lo que abrió las puertas para su persecución penal por cargos de corrupción. Es la primera vez en la historia reciente del país que un mandatario pierde su inmunidad.

Fue una jornada dramática. A mediados de la tarde se sentía un ambiente tenso en las inmediaciones del Congreso, ya que integrantes de uno de los dos únicos sindicatos que permanecían leales a Pérez Molina -la Unidad de Acción Sindical y Popular, UASP- pretendía bloquear el acceso al hemiciclo, de manera que los diputados no pudieran votar para retirar la inmunidad al presidente. Algunos utilizaron a niños pequeños como escudos humanos cuando agentes de la policía trataron de desalojarlos.

Los manifestantes antigubernamentales llamaban "acarreados" a los miembros de la UASP y gritaban consignas en contra de Pérez Molina. A medida que comenzaron a llegar los legisladores, los opositores al mandatario espontáneamente hicieron una barrera humana para permitir el ingreso al recinto. "¡105 votos! ¡105 votos!", gritaban en alusión al mínimo de sufragios que se requerían (dos tercios del total de diputados en el Congreso) para aprobar el desafuero de Pérez Molina. Algunos manifestantes entregaron a cada diputado una rosa blanca, símbolo de la paz y de la transparencia.

Era el segundo intento -en tres meses- de retirarle la inmunidad al presidente emanado del Partido Patriota (PP, derecha). La primera tentativa, promovida por el diputado Amílcar Pop, del partido indígena Winaq, se vino abajo el 14 de agosto, luego de que el PP forjara una alianza con el principal partido opositor, Libertad Democrática Renovada (Lider), y no se lograra el mínimo de votos requeridos.

Patadas de ahogado

Pero esta vez influyeron dos factores clave: la solicitud de antejuicio había sido formulada por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CI-CIG), el organismo financiado por Naciones Unidas que destapó el escándalo sobre

La Línea; y votar a favor de Pérez Molina -a cinco días de las elecciones, programadas para este domingo 6- hubiera supuesto un suicidio político para los congresistas, ya que una gran cantidad busca la reelección. Muchos de los diputados ingresaron al Congreso con el semblante contrariado, bajo una evidente presión.

Al final, hasta los integrantes del PP votaron en contra de Pérez Molina. Se le retiró la inmunidad con una mayoría de 132 votos. Cuando se dio a conocer el resultado, la multitud que se encontraba afuera del Congreso estalló en gritos de júbilo y comenzó...

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