Uso y abuso de boxeadores por el cacique del Metro

AutorRaúl Ochoa

Mientras el gobierno capitalino tiene una piedra atorada en el zapato con la costosa descompostura de la Línea 12 del Metro –el discutido tramo que desde hace meses sólo opera parcialmente–, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, Fernando Espino Arévalo, utilizó su poder e influencias para apuntalar una promotora de boxeo.

Durante la gestión de Marcelo Ebrard en el gobierno del Distrito Federal, Espino colocó a peleadores profesionales en la nómina del Metro. Los usó en sus campañas políticas y luego se deshizo de ellos. Fueron los casos de Mariana La Barbie Juárez, el exmonarca minimosca Édgar Sosa y Juan Carlos Salgado, quien fuera doble campeón mundial de la división superpluma de la Federación Internacional de Boxeo.

Cuando Mancera llegó a la jefatura del Gobierno capitalino, los tres peleadores solicitaron regresar a la plantilla laboral del Metro, ya que Mancera fue uno de los beneficiados por los pugilistas: durante su campaña a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, ellos asistieron regularmente a sus actos políticos.

Así, a principios de 2013 el mandatario capitalino aceptó reintegrarlos y giró instrucciones al respecto al director general del Metro, Joel Ortega. Sin embargo, el líder sindical -que lleva 33 años en el cargo- nada más aceptó reincorporar a Juárez y Sosa.

A Salgado -quien ahora reclama por la vía legal su reinstalación- Espino le condicionó su regreso a cambio de que el exmonarca mundial le firmara un contrato de exclusividad para manejar su carrera, en sociedad con Fausto Daniel García Navarro, amigo del dirigente gremial y propietario de la empresa Boxeo de Gala.

En enero pasado, Proceso (1940) publicó que, desde hace cuatro años al menos, Fernando Espino formó su propio grupo de 30 boxeadores y entrenadores, a quienes "compró" con plazas sindicales a pesar de que éstas sólo son otorgadas a familiares directos de los trabajadores sindicalizados. No obstante, la mayoría de pugilistas e instructores son "aviadores", pues no desempeñan ninguna labor en específico, según revela un trabajador agremiado.

El quiebre

Juan Carlos Salgado, quien el 27 de enero último presentó una demanda contra el sindicato del Metro y su secretario general en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje capitalina, visitaba con frecuencia a Fernando Espino para agradecerle después de protagonizar una pelea o para recibir instrucciones. Así lo hizo en marzo de 2013, después de perder...

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