Unidos...por su Fundación

AutorNicholas Kulish

c.2021 The New York Times Company

La Fundación Bill y Melinda Gates inició con ambiciones que, bajo sus elevados estándares actuales, parecen casi tiernas: brindar acceso gratuito a internet a bibliotecas públicas en Estados Unidos.

A medida que crecía la dimensión de los objetivos de sus fundadores, también lo hizo el alcance de la fundación, hasta lograr su posición actual como la institución privada por excelencia en la salud pública global.

Con mil 600 miembros de su personal gestionando 5 mil millones de dólares en subvenciones anuales a 135 países, la Fundación Gates estableció un nuevo estándar para la filantropía privada en el siglo 21.

Todo eso fue puesto en tela de duda el 3 de mayo, cuando el mundo se enteró de que los copresidentes de la fundación, que habían estado casados durante 27 años, iniciaron trámites de divorcio en el estado de Washington.

El mensaje de las oficinas generales en Seattle fue claro: aunque Bill y Melinda Gates se separan, la Fundación Bill y Melinda Gates no va a ningún lado. Sus papeles como copresidentes y fideicomisarios no cambian, y seguirán estableciendo la agenda para la organización que lleva sus nombres.

En un correo electrónico, Mark Suzman, director ejecutivo de la Fundación Gates, tranquilizó ese mismo día al personal al decir que Bill y Melinda Gates permanecían comprometidos con la organización.

Mientras señaló que "obviamente, es un momento difícil de cambio personal" para la pareja, Suzman agregó que "Bill y Melinda me pidieron explícitamente que expresara su profunda gratitud por todo lo que hacen todos los días, particularmente durante la crisis de Covid-19, así como por su apoyo y comprensión en este momento difícil".

La dotación de 50 mil millones de dólares de la fundación se encuentra en un fideicomiso de beneficencia que es irrevocable. No puede ser retirado ni dividido como activo conyugal, explicó Megan Tompkins-Stange, profesora de políticas públicas y experta en filantropía en la Universidad de Michigan. Sin embargo, señaló que no había ninguna obligación legal que pudiera evitar que cambiaran de rumbo.

"Creo que podría haber cambios por venir", dijo, "pero no lo veo como un gran asteroide que se estrella en el campo de la filantropía, como ha indicado algo de la hipérbole en torno a esto".

Bill Gates ha sido objeto de fascinación en Estados Unidos prácticamente desde el momento en que irrumpió en la escena como fundador de Microsoft, el genio computacional convertido en...

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