La última batalla contra la paz

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- El expresidente y senador colombiano Álvaro Uribe y el procurador general, Alejandro Ordóñez, los más enconados opositores a los diálogos de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), libran su última batalla política contra ese proceso.

Y lo hacen con todos los recursos a su alcance: con la resonancia que tiene la voz de Uribe entre un amplio sector de colombianos que reprueba a las FARC, y desde el bastión ideológico ultraconservador en que ha convertido Ordóñez a la Procuraduría General.

Ellos saben que un acuerdo final de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y ese grupo insurgente es inminente, pero están haciendo lo posible por obstaculizarlo y llenarlo de dudas y sospechas frente a la opinión pública colombiana.

Argumentan que Santos está coludido con esa guerrilla para imponer en Colombia "un nuevo orden al margen de la Constitución" y "un gobierno castro-chavista"; que la negociación con las FARC significa la "claudicación del Estado" y que los acuerdos de paz serán un "pacto de impunidad con el narcoterrorismo".

Tan dura es la campaña contra la paz que, en una decisión inusual, el presidente Santos acudió el jueves 26 ante la Corte Constitucional a defender la legalidad del plebiscito propuesto por el gobierno y aprobado por el Congreso, para refrendar los acuerdos con las FARC.

"Que el pueblo decida", dijo Santos a los magistrados del tribunal, y criticó a quienes "han intentado sembrar confusión" en torno a los diálogos con la guerrilla.

Para el senador Roy Barreras, quien forma parte del equipo del gobierno que negocia con las FARC, la campaña que desarrollan Uribe y Ordóñez está basada en "falacias, argumentos delirantes y mentiras" que buscan impedir la terminación de la guerra.

En entrevista con Proceso, el legislador y presidente del gobernante Partido de la U, afirma que los dos personajes representan a una "minoría radical, de extrema derecha, que está empeñada en defender los intereses políticos y económicos que se verían afectados con el fin del conflicto armado".

Incluso, agrega, la campaña contra el proceso de paz "esconde otra razón oscura: el empeño de los grupos de la delincuencia organizada, principalmente el narcotráfico, de que se mantenga la guerra contra la guerrilla, porque es un factor distractor que le impide al Estado combatirlos con más fuerza a ellos".

De acuerdo con el senador, "todos estos intereses, que muchas veces se mezclan, principalmente en las regiones, coinciden en defender el statu quo de la guerra".

"Resistencia civil"

Uribe, quien negoció la paz con los grupos paramilitares de extrema derecha la década pasada, desarrolla una campaña de "resistencia civil" contra los acuerdos que negocian las FARC y el gobierno colombiano en La Habana.

Y Ordóñez, un católico lefebvrista conocido por sus feroces arremetidas contra los derechos de las minorías sexuales, secunda al expresidente desde la tribuna que le otorga la Procuraduría General, que en Colombia tiene poderes disciplinarios sobre los funcionarios públicos, incluida su destitución.

Luego de un acuerdo que alcanzaron el pasado jueves 12 las FARC y el gobierno para elevar a rango constitucional los pactos de paz -siempre y cuando lo aprueben el Congreso y el Poder Judicial- Ordóñez acusó a Santos en una...

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