La trompeta mágica de Wynton Marsalis

AutorRaúl Díaz

Es decir, para el estruendo causado se necesitarían, normalmente, por lo menos el doble si no es que el triple y hasta más instrumentos, pero claro, instrumentos que no estuvieran manejados por Wynton Marsalis y los otros 14 miembros de la Jazz at Lincoln Center Orchestra, que el viernes y domingo pasados inundaron la Bellas Artes de los más bellos sonidos de blues, jazz, swing y otras provinen-cias en una(s) combinación(es) como ninguna otra agrupación las puede dar, o cada una de esas expresiones, destiladas químicamente puras portodo el conjunto, o por cada uno de sus integrantes...

Al igual que otro grupo de virtuosos pero éste dedicado a otra música, I Solisti, los de la Lincoln Center son auténticos solistas cada uno de ellos y, por lo tanto, capaces de dar un concierto de primera cada uno por su parte.

Con un capacidad increíble para sacar sonidos de todo tipo a su trompeta pero todos bellos, Marsalis se antoja imposible, y es que es imposible que alguien produzca tal cantidad de notas y las prolongue tanto, tanto, tanto que parecen infinitas, y lo haga sin respirar o, si respira, quién sabe cuándo lo hará porque el sonido es ininterrumpido, como producido por un fuelle mecánico, hidráulico o qué se yo y de enormes dimensiones.

Tan fuera de lo normal es lo que este músico extraordinario hace y provoca con su instrumento cuyos émbolos digi-ta con la misma maestría que administra su fiato, que uno no puede más que aseverar que si Wynton Marsalis hubiera sido contemporáneo del Divino Mo-zart, éste no hubiera escrito su maravillosa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR