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Un triunfo Dorado

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AutorLuis Homero Echeverría

REFORMA / Enviado

CULIACÁN.- Fue una victoria de riñones. Con coraje, entusiasmo, negándose a morir, los Dorados de Sinaloa regresaron de una inicial sentencia y le devolvieron la herida a los Pumas de la UNAM para ganarles 2-1 y desatar la fiesta en esta Ciudad.

Cuando parecía que el conjunto sinaloense caía al vacío, un par de jugadas le devolvieron el oxígeno para atrapar al felino y llevarse los 3 puntos en disputa, quizás los más sudados y sufridos en la Primera División.

Porque el destino parecía arrinconarlos, primero al encontrarse con un penal en contra y después al ir abajo en el marcador, apenas en el arranque del complemento. Pero apareció un gramo de fortuna que les permitió retornar y hacer suya la noche.

Pumas desperdició el guiño que parecía darle la suerte. A los 11 minutos tuvo la llave para inaugurar el tanteador, pero el argentino Bruno Marioni desperdició una pena máxima, así como después todo el equipo no aprovechó la expulsión del mediocampista de Dorados, Aurelio Molina.

La superioridad numérica, lejos de ayudar, resultó vitamina para el enemigo. Los Pumas se mostraron más precavidos, con el dolor de cabeza que fue la inoperancia de su medio campo, lo cual se fue contagiando al resto de sus líneas hasta permitir que los de Sinaloa impusieran condiciones.

Salvo el motor de Leandro Augusto, el resto de la cintura felina no produjo lo deseado por su cuerpo técnico y los balones poco a poco cayeron en poder de un Dorados que mermado y dolido pudo recuperarse para darle la vuelta al juego.

El ingreso para el cuadro local del mediocampista Hugo García significó una inyección de dinámica, precisamente en la media cancha, además de que permitió que un sólo jugador, llamado Pedro Iarley despedazara a la zaga universitaria y les hiciera el tanto que abrió la puerta a la victoria.

Pumas trató de recuperarse con los ingresos de Ismael Íñiguez y Joaquín del Olmo, pero el tiempo estaba encima y a cada cambio...

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