Los tratos agrarios en el contexto internacional

AutorHéctor Manuel Robles Berlanga
Páginas37-88
CAPÍTULO I.
LOS TRATOS AGRARIOS
EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo pretendemos hacer un recorrido por diferentes países para
identificar las múltiples formas de acceso a la tierra. Tratamos de identificar
similitudes y diferencias con el contexto nacional; además de los fenómenos
sociales que están incidiendo en estas prácticas, como pudieran ser la
migración o la guerra; la discriminación a las mujeres rurales para acceder
a la tierra, y los programas de relevo generacional.
Abordaremos la discusión en torno a la compra-venta de tierras. En
este tema analizaremos las consecuencias de basar la política agraria en
esta acción; asimismo, evaluaremos si la privatización de los derechos de
propiedad y la seguridad en la tenencia de la tierra permitirá el acceso al
crédito y a mayores inversiones, y si la población pobre, bajo esta vía, podría
tener posibilidades de comprar tierras. Igualmente, pretendemos mostrar las
debilidades y ventajas de esta forma de acceso a la tierra.
Por la importancia de las tierras de uso común en nuestro país
revisaremos la experiencia en materia de derechos sobre la tierra para un
grupo social, comúnmente conocidos como derechos consuetudinarios. La
intención es ver si esta vía de acceso a la tierra puede ser una alternativa
ante el crecimiento demográfico y los efectos que se han identificado en
relación con el desgaste de los recursos naturales.
Dado que los contratos de arriendo se encuentran muy difundidos en
todo el mundo, estudiaremos sus características, la manera como incidieron
en algunas regiones para el tránsito de la agricultura a la industria, su
utilidad ante los mercados imperfectos y las fluctuaciones debidas a factores
climáticos, a falta de crédito y mano de obra. También, las razones de
considerar al arriendo como una respuesta a un entorno imperfecto.
HÉCTOR MANUEL ROBLES BERLANGA
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Analizaremos las cuatro condiciones que se establecieron para
que el mercado de tierras funcione: derechos de propiedad legalmente
reconocidos; un sistema judicial que funcione bien; registros públicos
actualizados e información sobre los bienes a transar entre los participantes;
para posteriormente contrastarlos con la realidad de muchos de nuestros
países. La intención es identificar debilidades estructurales, así como las
deficiencias en la construcción de políticas en entornos ideales.
También identificaremos algunas particularidades del caso mexicano,
como es el derecho indivisible en la propiedad ejidal y comunal y la
transmisión de tierras de manera individual. El interés es identificar
problemas y rescatar experiencias, como la de considerar a la parcela como
patrimonio familiar, especialmente porque la mujer tiene un papel muy
importante en la reproducción de la unidad doméstica y día con día asume
mayores responsabilidades al frente de la actividad agropecuaria.
2. ACCESOS A LA TIERRA QUE MODIFICAN DERECHOS
DE PROPIEDAD
2.1 Los lazos familiares como principal forma de acceso a la tierra
Sobre los patrones de herencia
Los lazos familiares como vía de acceso a la tierra predominan en muchos
países. En México, seis de cada diez ejidatarios accedieron a la tierra por
herencia o cesión familiar (PA, 1998:29); en Perú, 64% de las parcelas de
agricultores (en tierras no comunales) fueron heredadas (Eduardo Zegarra,
1999:27-28), y en América Latina, 80% de las personas recibe la tierra a
través de la herencia (Janvry, 2000:3).
La importancia de la transmisión de la tierra por lazos familiares no es
sólo numérica. Su valor radica en que está asociada a prácticas culturales
—herencia patrilineal—, a procesos demográficos —envejecimiento de
los titulares de la tierra—, a la desigualdad de género y a la migración. En
los últimos años en el medio rural se asiste a una emigración continua de
la población, en especial de los más jóvenes y a una ocupación creciente
de los jóvenes en actividades no agrícolas. En ambos casos, no porque sea
LOS TRATOS AGRARIOS: VÍA CAMPESINA DE ACCESO A LA TIERRA 39
su opción preferida, sino por las dificultades para acceder a la tierra y la
falta de rentabilidad de las actividades agrícolas. En México la emigración
temporal y permanente ha crecido de modo acentuado. En 1994, sólo 3%
de las familias ejidales tenía familiares que habían emigrado en alguna
ocasión a Estados Unidos, cifra que creció a 8% en 1997 (Zorrilla, 2003:79).
Actualmente, como señalé anteriormente, 410 mil personas por año emigran
a Estados Unidos.
Dirven (2003:133) señala que a diferencia de otros negocios, la
agricultura familiar exige la continuidad de la gestión y del trabajo familiar.
La transmisión del oficio de agricultor de padres a hijos es probablemente,
y en todo el mundo, más frecuente que en cualquier otra ocupación, y el
trabajo en la agricultura ha estado regulado por la institución familiar, la
cual ha asignado, en virtud de leyes y costumbres, los puestos de trabajo
y los trabajadores potenciales que deben abandonar la actividad y, por lo
tanto, a los sucesores potenciales que quedan excluidos de la herencia.
Sin embargo, el patrón de conducta descrito anteriormente se está
modificando en muchos países, producto de procesos demográficos,
migratorios, violencia, siniestros o enfermedades. En relación con el
crecimiento poblacional identificamos un incremento exponencial mientras
que la tierra no crece, lo que limita las posibilidades de crear nuevas
unidades productivas. A nivel mundial, a principios del siglo pasado vivían
1,500 millones de seres vivos y el siglo terminó con poco más de 6 mil
millones. En México, sólo en localidades menores de 2,500 habitantes, la
población rural se incrementó en 78.5%, al pasar de 13.5 millones en 1910
a 24.1 millones en el año 20008 (INEGI, 2000: CD-ROM). Este crecimiento
poblacional dificulta el acceso a la tierra para una cantidad muy importante
de población rural, especialmente de jóvenes, mujeres e indígenas.
Pero no es sólo el crecimiento poblacional lo que está modificando los
patrones, se observan cambios de percepción de muchos padres de familias
campesinas que ya no ven que sus hijos deban reproducirse inexorablemente
en el oficio de agricultor. Dirven (2003:135) concluye que la formación de
una nueva generación de agricultores está perdiendo la naturalidad que tenía
8 Este dato no considera a parte de la población rural que vive en localidades de hasta
15 mil habitantes, que actualmente representan 37.8 millones de personas.

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